El reciente anuncio de que las fuerzas de las Naciones Unidas, dirigidas por Kenia, aterrizarán en Haití el próximo martes, ha desencadenado un cambio dramático en la retórica beligerante de Jimmy Barbecue Cherizier, líder del G9 y Familia, y la voz más influyente de la coalición de pandillas Vivir Juntos, que controla el 80% de la capital, Puerto Príncipe.
En un video dirigido a Garry Conille, el nuevo primer ministro haitiano, Barbecue expresó su disposición a pacificar el país a través del diálogo, abandonando sus amenazas anteriores de guerra civil y genocidio que han estado presentes en los últimos meses. Se mantendrá una suerte de tregua entre las pandillas mientras se lleva a cabo el despliegue de las fuerzas lideradas por los kenianos, respaldadas logística y financieramente por Estados Unidos, según informó el medio local AmericaInfo7.
La misión militar fue aprobada en octubre de 2023 por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en respuesta a la espiral de violencia y caos que ha exacerbado la crisis en el país caribeño. El contingente está compuesto por aproximadamente mil agentes.
El nombramiento del nuevo director general de la Policía, Rameau Normil, viene acompañado de una intensiva ofensiva contra el cuartel general de Cherizier en el barrio de la capital, Delmas. Hace poco más de una semana, tres agentes de la unidad de élite contra las pandillas fueron asesinados, lo que también ha provocado la reacción de las fuerzas policiales.
El nuevo gobierno encabezado por Conille se basa en la colaboración entre las Fuerzas Armadas y la Policía, que ha sido duramente criticada en los últimos meses por su ineficacia para mitigar la ola de violencia descomunal que ha exacerbado el «terremoto perfecto» que asola Haití: pobreza, hambre, crisis financiera, cólera, sequía y las grandes restricciones impuestas por el país vecino, la República Dominicana, a sus emigrantes.
Fue precisamente el desafío de las pandillas lo que provocó la caída del antiguo primer ministro, Ariel Henry, encargado de dirigir al país tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021. Henry se atrincheró en el poder y se negó a programar nuevas elecciones. Con la imposición por parte de la comunidad internacional de un Consejo Presidencial de Transición y la elección de Conille, las elecciones ya tienen fecha: febrero de 2026.
Este giro en la situación de Haití es un testimonio de la importancia de la colaboración internacional para resolver conflictos internos y brindar paz a las regiones en crisis. El despliegue de las fuerzas de las Naciones Unidas dirigidas por Kenia, respaldado por los Estados Unidos, es un paso en la dirección correcta para restablecer la estabilidad en Haití. Sin embargo, solo el tiempo dirá cómo se desarrollará la situación a medida que se acercan las elecciones previstas para 2026. La nueva estrategia del gobierno de Conille, que combina las fuerzas armadas y la policía, también será sometida a prueba en este contexto tumultuoso.