El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha lanzado una advertencia de lo que él considera un intento de golpe de Estado por parte de ciertos opositores que, según él, no han aceptado respetar los resultados electorales. En un acto público celebrado el pasado viernes, Maduro criticó duramente a los dos candidatos opositores, Edmundo González Urrutia y Enrique Márquez, por no firmar el ‘Acuerdo de Reconocimiento de Resultados de la Elección del 28J’ el pasado 20 de junio.
Este acuerdo, convocado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) a petición del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cuyo candidato es Maduro, compromete a los firmantes a respetar la voluntad popular expresada en las urnas, a aceptar los resultados electorales y a garantizar un clima de paz y participación democrática durante y después de los comicios. De los diez candidatos inscritos, ocho firmaron el acuerdo: el propio Maduro y los opositores Antonio Ecarri, Luis Eduardo Martínez, José Brito, Daniel Ceballos, Javier Bertucci, Benjamín Rausseo y Claudio Fermín.
Sin embargo, González Urrutia y Márquez se abstuvieron de asistir al acto, argumentando que consideraban el acuerdo «redundante». Maduro subrayó que no atender los dictámenes del árbitro electoral es ilegal, poniendo en duda las intenciones de ambos al inscribirse en las elecciones presidenciales. “Se inscribieron (en las elecciones) para tratar de embochinchar al país, de hacer daño otra vez a Venezuela y quieren en ello intentar un golpe de Estado en cualquier momento, tengo pruebas, sé lo que estoy diciendo”, aseveró el presidente Maduro.
En vista de su acusación, el presidente Maduro hizo un llamado al pueblo venezolano a mantener la calma y a unirse para asegurar la paz en las calles si estos opositores «se atreven e intentan» socavar la paz en el país.
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela ha confirmado que más de 21 millones de venezolanos están convocados el 28 de julio a las urnas para la elección presidencial. Entre los candidatos se encuentra el actual mandatario, que busca un tercer período en la presidencia del país sudamericano.
Las preocupaciones de Maduro respecto a un posible golpe de Estado se producen en un contexto de creciente tensión política en la nación sudamericana. Venezuela ha estado plagada de inestabilidad política y económica en los últimos años, con una economía en ruinas y una creciente crisis humanitaria que ha llevado a muchos venezolanos a huir del país.
Las elecciones del 28 de julio se celebrarán en medio de estas preocupaciones, y los observadores internacionales estarán observando de cerca para garantizar que los comicios sean justos y libres. Las elecciones de este año serán un importante barómetro del clima político en Venezuela y podrían tener un impacto significativo en el futuro de la nación.
El rechazo de González Urrutia y Márquez a firmar el acuerdo electoral y las afirmaciones de Maduro sobre un posible golpe de Estado son indicativos de las tensiones que existen en el país. Sin embargo, es importante recordar que las acusaciones de Maduro aún no han sido verificadas independientemente.
Mientras los venezolanos se preparan para acudir a las urnas el 28 de julio, el país y el mundo estarán observando con atención los acontecimientos en la nación sudamericana. La esperanza es que las elecciones transcurran pacíficamente y que los resultados sean un reflejo fiel de la voluntad del pueblo venezolano.