En un acontecimiento histórico, las Fuerzas de Defensa de Israel, el ejército que el primer ministro Benjamín Netanyahu defiende como “el más moral del mundo”, ha sido incluido por primera vez en la llamada lista negra de Naciones Unidas. Esta lista enumera las entidades, ya sean estatales o no, que han cometido graves violaciones contra los niños. En esta ocasión, la lista también incluye a Hamás y la Yihad Islámica. La información fue recogida en un informe anual presentado el pasado 13 de junio.
Virginia Gamba, representante de la ONU para la infancia y los conflictos armados, es la coordinadora de este informe, que analiza la situación de los niños en una veintena de países. Gamba asegura que la inclusión en la lista negra «es uno de los llamados de atención más enérgicos porque las partes en el conflicto [Israel y Hamás] están haciendo un daño irreparable a los niños».
Gamba afirma que la situación en Gaza es dramática, albergando una población donde el 40% tiene menos de 15 años, lo que convierte a los niños en los más impactados por la guerra. Las violaciones graves contra los niños que reconoce la ONU incluyen el asesinato, la mutilación, el secuestro, la violencia sexual, el reclutamiento forzoso y los ataques contra escuelas.
En el último año, y especialmente desde el inicio de la guerra en el enclave palestino el 7 de octubre, la oficina de Gamba ha documentado que el ejército israelí ha matado y ha mutilado niños, y ha atacado escuelas y hospitales donde estos se encontraban.
Naciones Unidas ha verificado la muerte de cerca de 2.300 niños palestinos, principalmente en Gaza, pero también en Cisjordania y Jerusalén del Este durante el año pasado. «La mayoría de los incidentes se debieron al uso de armas explosivas en zonas pobladas por parte de las fuerzas armadas y de seguridad israelíes», sostiene el informe.
Antes de la ofensiva en Gaza, Gamba había estado en contacto con el Gobierno de Netanyahu durante casi dos años para negociar un plan para prevenir las vulneraciones contra los niños. Sin embargo, desde que se anunció que el secretario general de la ONU, António Guterres, incluiría a Israel en esta lista, las conversaciones se han congelado.
Tras el anuncio de la ONU, el Gobierno de Netanyahu reaccionó con indignación, mientras que el informe también documenta las vulneraciones a los niños israelíes, atribuidas en su mayoría a Hamás y a la Yihad Islámica.
La única opción que tiene Israel para sacar a su ejército de esta lista, que incluye a otros actores estatales de Myanmar, Somalia o Yemen, así como a grupos armados como el ISIS, el ELN colombiano o Hamás, es cooperando con la oficina de Gamba. «La única manera de cambiar el llamado de atención es colaborando con Naciones Unidas para poner en práctica medidas que reduzcan y, posteriormente, terminen con las violaciones contra los niños», afirma Gamba.
Gamba no descarta que se puedan sancionar a funcionarios israelíes, aunque advierte de que se deben dar condiciones muy concretas, que aún no se cumplen en esta situación.
La representante de la ONU, que se niega a calificar las acciones de Israel como “crímenes de guerra” hasta que no lo haga un tribunal internacional, denuncia las dificultades para verificar las violaciones contra los niños en Gaza. A pesar de estos obstáculos, Gamba se mantiene optimista de que se puedan no solo verificar, sino también atribuir, las muertes de tantos niños palestinos. «Para que nos hagamos una idea, todavía estamos comprobando violaciones que hizo ISIS contra niños en Irak hace cinco años. Yo sé que todo lo que pase en Gaza eventualmente se va a saber”, garantiza.
