La madrugada del jueves en San Bernardo, Chile, dos trenes protagonizaron un fatal accidente que dejó varias personas heridas y causó daños materiales significativos. Un testigo, que viajaba en uno de los trenes, afirmó que la máquina de pasajeros transitaba a 120 kilómetros por hora poco antes del choque.
Esta información fue divulgada durante el control de detención del maquinista del tren de pasajeros y el encargado de control ferroviario, ambos empleados de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). La identidad del testigo no ha sido revelada, pero su testimonio fue crucial para entender las circunstancias que rodearon el accidente.
El individuo confirmó que el choque de trenes ocurrió durante una prueba con la máquina de pasajeros. Dicha prueba estaba siendo coordinada por el Puesto de Comando Centralizado (PCC), el cual tiene la responsabilidad de controlar todas las vías férreas de EFE.
Inicialmente, la prueba comenzó en la vía número uno. Sin embargo, se produjo un cambio a la vía número dos posteriormente. Esta decisión fue tomada por el PCC, que instruyó al maquinista a realizar el cambio de vía. La prueba en la vía número dos fue completada sin incidentes.
Una vez en la vía número dos, el tren continuaba a una velocidad de 120 kilómetros por hora. Pasada la medianoche, las luces del otro tren aparecieron en la misma vía. En ese momento, el pasajero escuchó al maquinista decir, «este tren viene por nuestra vía«.
El tren mantuvo su velocidad durante algunos segundos antes de que el maquinista instara a los pasajeros a «arrancar» y moverse hacia la parte trasera del vagón. El pasajero no pudo confirmar si el maquinista accionó el freno de emergencia, aunque supone que sí, ya que es el protocolo estándar antes de abandonar la cabina.
Este incidente ha generado numerosas preguntas sobre las medidas de seguridad empleadas durante las pruebas de trenes, así como sobre los procedimientos de emergencia en caso de un accidente. El control de detención del maquinista y el encargado de control ferroviario refleja la gravedad del incidente y la necesidad de una investigación exhaustiva.
El testimonio del pasajero ha proporcionado una visión única de los momentos antes del choque. Su relato destaca la velocidad del tren, el cambio de vía y la aparente falta de tiempo para evitar la colisión. Aunque el maquinista y el encargado de control ferroviario están en detención, se desconoce si se les presentarán cargos formales en relación con el accidente.
A medida que la investigación continúa, las autoridades están analizando la información proporcionada por el testigo y otros pasajeros, así como la evidencia física del lugar del accidente. Se espera que los resultados de la investigación proporcionen respuestas sobre cómo ocurrió este choque y qué se puede hacer para prevenir accidentes similares en el futuro.
Este accidente ha despertado la atención sobre la seguridad ferroviaria en Chile. Con los trenes de pasajeros viajando a velocidades de hasta 120 kilómetros por hora, es esencial garantizar que los procedimientos de seguridad sean seguidos y que los trabajadores estén adecuadamente capacitados para manejar situaciones de emergencia.
Como resultado del accidente, la Empresa de Ferrocarriles del Estado puede enfrentar un escrutinio considerable. Las acciones de la empresa en respuesta a este incidente serán cruciales para su reputación a largo plazo y la confianza del público en el sistema ferroviario del país.
El incidente en San Bernardo ha resaltado la importancia de las pruebas de seguridad, la formación de los empleados y la necesidad de una respuesta rápida en caso de un accidente. A medida que la investigación avanza, se espera que surjan más detalles sobre las circunstancias que llevaron a este trágico accidente.