Más de mil muertos por calor extremo en la peregrinación a La Meca en Arabia Saudí | Internacional

EL PAÍS

El número de muertes en Arabia Saudí durante la peregrinación anual a La Meca, principalmente atribuidas a calor extremo, ha superado los 1,000 según AFP. Este importante evento religioso musulmán, conocido como Haj, atrae a aproximadamente dos millones de fieles de todo el mundo cada año. Sin embargo, los crecientes episodios de condiciones climáticas extremas, junto con la difícil tarea de controlar a los peregrinos que asisten sin permiso, han resaltado desafíos significativos para las autoridades saudíes.

La peregrinación, que se celebra durante el último mes del calendario islámico, es considerada un deber religioso para los musulmanes, siempre que su salud y condiciones materiales lo permitan. Los peregrinos pasan de cinco a seis días en un ritual que incluye largas horas al aire libre. Este año, las autoridades saudíes anticiparon la llegada de cerca de 1.8 millones de personas, incluyendo 1.6 millones de extranjeros. El desafío logístico que esto representa es particularmente grave durante el caluroso verano saudí, donde las temperaturas pueden alcanzar hasta 52 grados, como se registró en la Gran Mezquita de La Meca.

Para controlar el número de participantes en el Haj, Arabia Saudí concede un número de visados a cada país basándose en un sistema de cuotas. Sin embargo, los altos precios de los visados y del viaje a La Meca, que este año tiene un costo promedio de 5,000 euros, han llevado a decenas de miles de personas a unirse de forma ilegal cada año. Este grupo de peregrinos no registrados, que a menudo incluye a personas mayores que viajan al país con algún otro tipo de visado, es especialmente vulnerable a las condiciones climáticas extremas, ya que no tienen acceso a las instalaciones con aire acondicionado habilitadas en la zona. Según AFP, la mayoría de los más de 1,000 fallecidos este año eran peregrinos no registrados, lo que complica tanto su identificación como la localización de sus familiares en sus países de origen.

La mayoría de los muertos, más de 650, eran fieles llegados de Egipto. En respuesta a esta crisis, el presidente egipcio, Abdelfatá Al Sisi, ordenó formar un grupo de trabajo dirigido por el primer ministro, Mostafa Madbouly, para coordinar la repatriación de las víctimas y proporcionar apoyo a las familias. Oficialmente, poco más de 50,000 egipcios se habían registrado de forma legal este año para realizar la peregrinación.

El Gobierno egipcio ha confirmado solo 28 víctimas entre aquellos que tenían permiso para asistir al Haj, un porcentaje de muertes más bajo que en años anteriores. Sin embargo, unos 630 de los peregrinos egipcios muertos no estaban registrados. El primer ministro Madbouly anunció que el Gobierno investigará a las empresas responsables de organizar viajes de fieles por medios irregulares y sin prestar servicios adecuados.

Las críticas al Gobierno saudí se centran en su enfoque de los peregrinos irregulares, con algunos argumentando que el elevado costo del Haj ha facilitado indirectamente el aumento de peregrinos que buscan medios ilegales para realizar la peregrinación. Además, se ha criticado que no se haya actuado de forma preventiva contra agencias e intermediarios que organizaban viajes sin autorización. Sin embargo, no está claro con qué base legal las autoridades podrían impedir que los ciudadanos viajen al extranjero.

Además de Egipto, Indonesia ha confirmado la muerte de 183 peregrinos, y también se ha informado de la muerte de otros peregrinos de Malasia, India, Jordania, Irán, Libia, Senegal y Sudán.

Un estudio publicado en 2019 por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) advirtió que, debido al cambio climático, el verano saudí durará cada vez más y las condiciones de calor y humedad empeorarán en los próximos años, lo que podría representar un «peligro extremo» para la salud, en particular cuando la peregrinación coincida con la época del año más calurosa.

En las últimas décadas, ha habido varios episodios mortales durante el Haj, el más reciente en 2015, cuando murieron más de 700 personas debido a una avalancha. Días antes, más de 100 personas murieron tras el derrumbe de una grúa en la Gran Mezquita de La Meca. Otro incidente en 1990 también dejó más de 1,400 peregrinos muertos. El estudio del MIT también advirtió que cuanto más duras son las condiciones meteorológicas, más probable es que se produzcan grandes aglomeraciones que luego provoquen incidentes de este tipo.

Deja una respuesta