Camila Gómez y su hijo Tomás Ross han estado en los titulares de noticias chilenas durante meses. La mamá de Tomás, quien padece de Distrofia Muscular de Duchenne, recientemente completó una notable caminata desde Chiloé a La Moneda para recaudar fondos y concientizar sobre la enfermedad de su hijo. La caminata ha captado la atención del país, y ha inspirado a muchos a donar a la causa, para ayudar a Tomás a recibir un tratamiento vital que solo está disponible en Estados Unidos.
El viaje de Gómez y Ross a América del Norte, que se esperaba que ocurriera a principios de junio, se ha pospuesto una vez más. Ahora, se espera que madre e hijo viajen al Hospital Infantil de Arkansas a fines de julio o principios de agosto. El motivo de su viaje es poder adquirir un medicamento millonario que podría cambiar la vida de Tomás.
El medicamento, llamado Elevidys, tiene un costo de 3.500 millones de pesos chilenos. Una vez que Tomás reciba este medicamento, deberá permanecer en Estados Unidos durante aproximadamente tres meses para una serie de controles y seguimiento médico. Si los resultados son positivos, Tomás y su madre podrán regresar a Chile.
Mientras tanto, Gómez ha estado tomando medidas para proteger la salud de su hijo. Tomás no ha estado asistiendo a la escuela para evitar cualquier riesgo de resfriado. Sin embargo, se mantiene en constante contacto con la escuela, realizando tareas y clases en línea. Gómez declaró que la salud de su hijo ha sido muy buena, ya que han estado principalmente en el campo y con poco contacto con otras personas.
El impacto de la caminata de Camila Gómez ha sido significativo. Fernando Jara, padre de Dante, otro niño que padece de Distrofia Muscular de Duchenne, se ha inspirado para seguir los pasos de Gómez. Jara comenzó su propia caminata desde Arica en un intento de recaudar fondos para el tratamiento de su hijo. Sin embargo, sus esfuerzos hasta ahora solo han recaudado poco más de $200 millones.
La historia de Camila Gómez y Tomás Ross es un testimonio de determinación y amor maternal. A pesar de los retrasos en su viaje y el alto costo del medicamento, Gómez sigue siendo inquebrantable en su compromiso de asegurar el tratamiento para su hijo. Y aunque el camino ha sido desafiante, la respuesta de la comunidad ha sido abrumadora, demostrando una vez más que la solidaridad y el apoyo pueden hacer una gran diferencia en la vida de las personas.
La distrofia muscular de Duchenne es una enfermedad genética que causa debilidad muscular progresiva. Afecta principalmente a los niños, y los síntomas generalmente comienzan a aparecer antes de los 6 años de edad. Actualmente, no existe una cura para esta enfermedad, pero los tratamientos como el Elevidys pueden ayudar a retrasar la progresión de los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La historia de Gómez y Ross es un recordatorio de las luchas que enfrentan las familias con enfermedades raras y costosas. Destaca la necesidad de mayor inversión en investigación y desarrollo para tratamientos más asequibles y accesibles. También subraya la importancia del apoyo comunitario y la solidaridad en tiempos de necesidad.