Calgary, una ciudad en la provincia de Alberta, Canadá, se convirtió en el epicentro de una grave crisis de agua potable. La ciudad, conocida por ser sede de las principales compañías petroleras de Canadá y por su apego al rodeo y a la música country, se vio obligada a declarar un estado de emergencia el pasado sábado. La alcaldesa, Jyoti Gondek, afirmó que la decisión no fue tomada a la ligera, subrayando que revertir este escenario requiere una operación compleja.
El problema comenzó el 5 de junio cuando el ducto que transporta el 60% del agua potable de la ciudad comenzó a registrar una presión anormal. A raíz de esto, algunas arterias viales sufrieron inundaciones. Dos días después, los trabajadores identificaron el sitio específico de la ruptura. Las autoridades municipales pidieron a la población limitar el consumo de agua y ordenaron a las empresas que no prestan servicios esenciales frenar su uso. También se emitieron avisos para hervir el agua en los barrios del noroeste de Calgary.
La situación se agravó cuando un robot empleado para revisar los cuatro kilómetros del ducto identificó cinco fisuras adicionales el pasado viernes. Se estima que la reparación de estos daños tardará entre tres y cinco semanas. Ante esta situación, la alcaldía se vio en la necesidad de declarar el estado de emergencia.
Con los poderes extraordinarios otorgados por el estado de emergencia, la alcaldesa Gondek indicó que se pueden realizar trabajos en terrenos privados sin solicitar previa autorización, contratar personal suplementario y, si es necesario, cerrar el grifo en inmuebles municipales.
Para evitar que las reservas de agua lleguen a niveles mínimos, Gondek solicitó a los habitantes de la ciudad un esfuerzo adicional, como limitar el lavado de ropa. También instó a las empresas a recurrir más al teletrabajo para reducir las duchas entre sus empleados. Nancy Mackay, directora del servicio de agua potable de Calgary, expresó en rueda de prensa: “No necesitamos en estos momentos que la gente lave su automóvil”.
Gondek señaló que todas estas obras generarán problemas de circulación vial, pero confía en la paciencia de los habitantes de la ciudad. El tiempo que tomará esta serie de trabajos se debe en buena medida a que dos segmentos del ducto que hay que remplazar provienen de sitios de fabricación ubicados en Estados Unidos.
A pesar de la crisis, las autoridades municipales y los organizadores del festival Stampede, la mayor cita canadiense de rodeo y música country, confirmaron que la edición de este año continúa en pie. El evento está programado del cinco al 14 de julio. Dada la situación, se contempla el uso de agua no potable para las tareas de limpieza y el transporte de líquido para consumo humano y de animales.
Esta crisis de agua potable en Calgary subraya una vez más la importancia de la infraestructura y su mantenimiento en las ciudades. Con el cambio climático y el crecimiento poblacional, las redes de agua potable y saneamiento se encuentran bajo una presión cada vez mayor. La situación en Calgary es un recordatorio de la necesidad de invertir en infraestructuras resilientes y sostenibles para garantizar el acceso a agua potable, un derecho humano esencial, para todos.