La reciente investigación publicada en la revista Nature Communications ha sugerido una recomendación crucial para el manejo de la pandemia de COVID-19. El estudio sugiere que hay una necesidad de administrar dosis adicionales de la vacuna entre la población de riesgo, especialmente los pacientes con cáncer. Se ha observado que estos pacientes tienen un mayor riesgo de muerte por COVID-19, particularmente aquellos con cáncer de pulmón, neoplasias hematológicas o aquellos en tratamiento sistémico, como la quimioterapia.
La participación de los pacientes con cáncer activo en los ensayos clínicos para probar la eficacia de las vacunas contra el COVID-19 ha sido limitada. Esta limitación ha impedido un entendimiento completo de la eficacia de la inmunización contra el SARS-CoV-2 en este grupo de riesgo. Sin embargo, los datos prospectivos de varios estudios indican que los pacientes con cáncer pueden desarrollar menos anticuerpos protectores contra el virus en comparación con la población general, especialmente después de recibir una dosis única de la vacuna.
El estudio publicado en Nature Communications confirma estos hallazgos, basándose en el análisis de datos masivos obtenidos de registros clínicos. Este es el trabajo más completo hasta ahora sobre este tema y el primero de este tipo con información de datos del mundo real, proporcionando una visión más realista de cómo funcionan las vacunas en la práctica clínica diaria entre las personas con cáncer.
El equipo de investigación analizó los datos de 184.744 pacientes con neoplasia incluidos en el sistema de información para el desarrollo de la investigación en atención primaria (SIDIAP), una base de datos que incluye a las personas atendidas en el primer nivel de atención en Cataluña. La mitad de los individuos incluidos en el estudio habían recibido al menos la primera inmunización completa y la otra mitad no estaban vacunadas en el momento del trabajo.
El análisis comparó los datos de mortalidad y complicaciones graves derivadas del COVID-19 entre el grupo inmunizado tras recibir la primera y segunda dosis de la vacuna con los del grupo no vacunado. Luego, los investigadores compararon los resultados de los miembros del grupo experimental tras haber recibido la dosis de refuerzo de la vacuna con una muestra equivalente de personas del grupo de control que solo habían recibido las dos primeras inoculaciones.
Los resultados muestran que la tasa de mortalidad y complicaciones graves entre los pacientes con cáncer no vacunados contra el COVID-19 es el doble que la de aquellos que han recibido la primera dosis completa. Sin embargo, esta diferencia es menor que los datos observados entre la población general inmunizada contra el SARS-CoV-2 y la población no inmunizada.
«Nuestros resultados demuestran claramente que la vacunación contra el COVID-19 reduce significativamente la mortalidad y las complicaciones graves entre los pacientes con cáncer, especialmente aquellos que han recibido la dosis de refuerzo«, destacó el investigador de ISGlobal, Otávio Ranzani. Ranzani supervisó el estudio junto con Talita Duarte-Sallés del IDIAPJGol.
Este trabajo proporciona información esencial para comprender el impacto de la vacunación contra la COVID-19 en pacientes con cáncer, y ayuda a diseñar políticas de salud pública que protejan a esta población vulnerable.
Artículo de referencia:
Lazar, F., Mercadé-Besora N., Raventós B., Pérez-Crespo L., Castro G., Ranzani O., Duarte-Salles T. Eficacia de las vacunas COVID-19 contra la COVID-19 grave entre pacientes con cáncer en Cataluña, España. Nature Communications. 2024. https://doi.org/10.1038/s41467-024-49285-y
Fuente: IS GLOBAL