El Parlamento de Eslovaquia aprueba la disolución de la radio y televisión pública | Sección Internacional

EL PAÍS

El jueves, el Parlamento de Eslovaquia aprobó una controvertida ley que disuelve la entidad pública de radio y televisión, RTVS, para reemplazarla por una nueva entidad, StaR, que estará sujeta a control gubernamental. Esta decisión ha sido respaldada por la coalición en el poder, formada por populistas y ultranacionalistas y encabezada por Robert Fico, mientras que la oposición completa abandonó el pleno en señal de protesta.

Durante meses, la oposición convocó protestas masivas en las calles en contra de este proyecto de ley. Sin embargo, las manifestaciones cesaron tras el intento de asesinato del primer ministro Fico el 15 de mayo pasado por un hombre de 71 años. El agresor citó esta reforma entre las razones para justificar su intento de magnicidio.

La aprobación de esta ley ha sido vista como un “ataque directo a la democracia” por algunos miembros de la oposición. Fue aprobada en un trámite de urgencia muy criticado por la oposición y respaldada por los 78 diputados gubernamentales que son la mayoría en el Consejo Nacional, de 150 escaños.

En respuesta a la aprobación de esta ley, los empleados de RTVS realizaron un paro laboral en la tarde del jueves, la segunda huelga de celo convocada en la historia del ente público, a pesar de lo cual continuaron emitiendo algunos programas.

La nueva entidad, llamada Televisión y Radio de Eslovaquia (StaR), estará dirigida por un consejo directivo de nueve miembros, cuatro de los cuales serán nombrados directamente por el ministerio de Cultura. Esta ley ha sido criticada por eliminar uno de los pilares de la democracia, en referencia a la independencia que disfrutaba RTVS respecto al Ejecutivo, ya que su presidente era elegido por el Parlamento.

Algunos diputados de la oposición han señalado la influencia de las políticas del primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Órban, en la limitación de la libertad de prensa en Eslovaquia.

El gobierno de Fico, un declarado admirador de Orbán, defiende que RTVS no cumplía con su cometido de objetividad, respeto a la diversidad de opiniones y promoción del interés nacional, apoyando valores y tradiciones culturales del país.

Fico ha vetado a varios medios privados independientes, como la televisión Markiza y los diarios Denník N, Sme y Aktuality.sk. Además, los reporteros de RTVS han sido censurados por miembros del Ejecutivo en ruedas de prensa. En su primera aparición pública tras el ataque que casi le cuesta la vida, Fico culpó a los medios y a la oposición de generar el odio que condujo al intento de asesinato.

Esta situación en Eslovaquia pone de relieve las tensiones que existen en la región en torno a la libertad de prensa y la independencia de los medios públicos. El debate sobre el control gubernamental de los medios de comunicación y su impacto en la democracia se encuentra en el centro de las discusiones políticas no sólo en Eslovaquia, sino también en otros países de Europa Central y Oriental.

La decisión de disolver RTVS y reemplazarla por StaR ha provocado una gran polémica y ha llevado a una serie de protestas en todo el país. A pesar de la resistencia de la oposición y de numerosos ciudadanos, la ley ha sido aprobada, marcando un importante cambio en el panorama mediático de Eslovaquia.

Esta situación es un reflejo del creciente clima de tensión y polarización en el país, y plantea serias preguntas sobre el futuro de la libertad de prensa y la democracia en Eslovaquia. A medida que el gobierno de Fico continúa implementando sus políticas, la oposición y los ciudadanos estarán atentos a los desarrollos futuros y a su impacto en la sociedad eslovaca.

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