En un notable giro de los acontecimientos, se celebró un acuerdo en la cuarta sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, poniendo fin a una disputa legal de alto perfil entre dos figuras políticas prominentes de Chile: el exministro Giorgio Jackson (RD) y el senador Fidel Espinoza (PS). Este acuerdo, conocido formalmente como un avenimiento, es un pacto realizado entre un demandante y un demandado para evitar que un juicio civil llegue a su conclusión.
La disputa se originó cuando Jackson demandó a Espinoza por presuntas difamaciones, injurias y calumnias en su contra. Jackson, representado por su abogado Miguel Schurmann, afirmó que desde 2017, Espinoza había mostrado una especie de fijación hacia él. Este desacuerdo alcanzó su punto máximo cuando Espinoza se refirió a Jackson como «líder de la banda» en relación con el robo de 23 computadoras del Ministerio de Desarrollo Social.
El documento que sella el acuerdo, al que tuvo acceso La Tercera, destaca que ambas partes reconocen la necesidad de anteponer el interés público y contribuir al respeto cívico. Enfatizan su papel como integrantes de partidos políticos que sostienen al gobierno actual y expresan su compromiso de trabajar juntos por objetivos superiores. Todo esto se hace sin reconocer responsabilidad alguna por los hechos descritos, con el único propósito de llegar a un acuerdo.
Uno de los términos del avenimiento es que Espinoza debe aclarar que, pese a reconocer las diferencias políticas con Jackson, él no tuvo la intención de difamar, injuriar o imputar la comisión de delito alguno en las declaraciones que realizó en la red social «X» y en una entrevista televisiva realizada en julio de 2023.
Además, Espinoza aclaró ante el tribunal que no tuvo intención de implicar a Jackson en el robo de computadoras del Ministerio de Desarrollo Social y de Familia, hecho ocurrido en julio de 2023. También aclaró que sus declaraciones no estaban destinadas a implicar a Jackson en el denominado «caso convenios», que investiga delitos de malversación de fondos públicos y fraude al fisco en diferentes regiones del país.
Reconociendo que sus declaraciones fueron tomadas por diversos medios de comunicación y replicadas por otros actores políticos, Espinoza admite que esto causó daño a la honra de Jackson. Expresó su lamento por el daño causado y consideró necesario aclarar sus declaraciones ante la opinión pública. También se comprometió a eliminar la publicación de la red social «X».
Finalmente, según lo acordado en la Corte de Valparaíso, Espinoza se comprometió a realizar una aclaración pública. Este avenimiento pone fin a una disputa judicial que había generado tensiones en el oficialismo. La resolución de este caso sirve como recordatorio del compromiso que deben tener los políticos con el respeto cívico y la necesidad de trabajar juntos por objetivos superiores, incluso en medio de diferencias políticas.