En el terreno político de Venezuela, las tensiones continúan aumentando a medida que se acercan las elecciones. El chavismo ha implementado su ya reconocido principio de acción-reacción: a medida que la oposición gana terreno en las encuestas, los esfuerzos de represión y persecución se intensifican. Recientemente, la detención arbitraria de dos dirigentes y dos periodistas ha elevado el número de encarcelados a casi 40, incluyendo líderes políticos, activistas sociales y otros líderes de la oposición.
El Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), la policía política del presidente Nicolás Maduro, sorprendió recientemente a Javier Cisneros, coordinador nacional de la juventud del partido Vente Venezuela (VV), y al periodista Gabriel González mientras salían de la sede de su partido para almorzar. Fueron trasladados al Helicoide, una prisión del Sebin conocida como uno de los mayores centros de torturas de América Latina.
Cisneros fue liberado horas después, pero González se unió a otros tres detenidos durante el fin de semana. A todos se les acusa de un delito de odio por participar en un evento político del candidato opositor, Edmundo González Urrutia, quien después del evento visitó la sede de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) cerca del aeropuerto de Maiquetía para saludar a sus militares.
Jeancarlos Rivas, un estudiante de periodismo y líder juvenil de Voluntad Popular, el partido del ex prisionero político Leopoldo López, fue detenido durante esta visita. Su detención fue seguida por la del periodista Luis López, quien estaba cubriendo la visita, y Juan Iriarte, coordinador del VV en el estado de Vargas.
En medio de la creciente represión, la líder opositora declaró que lo que están viviendo en estas horas es el «crimen y la maldad pura». Hizo hincapié en que ninguno de los miembros de su comando electoral ha cometido ningún delito y que su único delito ha sido promover la ruta electoral.
Se sabe que las fuerzas policiales están presionando a los jóvenes detenidos para que declaren en contra de Machado. Esta campaña de presión se intensifica a medida que aumentan los rumores de que el Tribunal Supremo de Justicia está preparando una sentencia para eliminar la candidatura opositora a tan solo 40 días de las elecciones.
La persecución contra Machado, quien ha sido inhabilitada de manera ilegal e inconstitucional a pesar de haber ganado las primarias de la oposición, y su partido, que no está reconocido legalmente a pesar de más de una década de presencia nacional, ha resultado en 14 encarcelados y 6 refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas. Estos prisioneros y refugiados constituyen el círculo más cercano a Machado y la verdadera sala de máquinas de su campaña electoral.
La represión es una violación del Acuerdo de Barbados firmado el año pasado entre el gobierno y la oposición bajo el auspicio internacional. Según el embajador González Urrutia, quien tiene una ventaja de entre 30 y 40 puntos sobre Nicolás Maduro, el objetivo es crear un ambiente hostil de cara al inicio de la campaña oficial.
El fiscal exiliado Zair Mundaray, quien actualmente vive en Colombia, ha analizado la cadena de mando del chavismo en su represión contra la oposición. Según Mundaray, las órdenes provienen del Palacio de Miraflores y de otros centros de mando bolivariano, que luego son transmitidas al fiscal Tarek William Saab. Saab luego solicita la detención al Sebin y a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
En medio de todo esto, el abogado Joel García, defensor de Rivas, criticó las acciones del gobierno, diciendo que están tratando de llevar a un «paredón de fusilamiento» a una persona que está detenida por razones políticas. El Foro Penal ya ha contabilizado 278 presos políticos en las mazmorras de Maduro, entre los que destacan 7 con doble nacionalidad hispano-venezolana.
En resumen, el gobierno está atacando la legitimidad y eficiencia de la campaña de Edmundo a través de campañas de desprestigio y criminalización, y deteniendo a personas clave en la logística de las giras, según Rafael Uzcátegui, director de Laboratorio de Paz.