Boris Johnson, el ex primer ministro del Reino Unido, vuelve a la palestra para dar apoyo activo en la campaña electoral del Partido Conservador del Reino Unido. Es una estrategia diseñada para dar respaldo al primer ministro Rishi Sunak y apuntar a los indecisos, para hacer frente al líder populista Nigel Farage. Farage intenta atraer al votante de derechas con su mensaje antiinmigración a través de su última formación, el partido Reform Uk.
Según el diario conservador The Telegraph, Johnson ha sido «reclutado» para jugar un papel más activo en el tramo final de la campaña para las elecciones generales, convocadas por Sunak para el 4 de julio. Esta noticia llega poco después de que su esposa, la ex asesora política Carrie Symonds, publicara fotografías familiares en su cuenta de Instagram mostrando a la familia disfrutando de unas vacaciones en Cerdeña.
La contribución inmediata de Johnson se limita por ahora a una masiva campaña postal solicitando el voto para los conservadores, que todavía se encuentran unos 20 puntos por detrás de los laboristas en las encuestas de opinión. Es probable que este esfuerzo de buzoneo incluya a los electores en circunscripciones de tradición laborista que confiaron en Johnson en 2019 y ahora ponen sus esperanzas en Farage.
Según The Telegraph, Johnson habría firmado personalmente miles de cartas que se distribuirán esta semana. Además, aparece en videos promocionales de varios candidatos de su partido. Sin embargo, aún no está garantizado si su apoyo electoral continuará e intensificará en eventos presenciales hasta la apertura de las urnas.
Recordemos que Johnson, una figura polémica en la política británica, renunció a la jefatura del Gobierno y al escaño de Westminster a raíz de sus falsas justificaciones en el escándalo conocido como Partygate y del encubrimiento reiterado de abusos atribuidos a sus aliados parlamentarios. A pesar de su caída política, Johnson había logrado éxitos electorales sin precedentes, incluyendo dos victorias consecutivas en la alcaldía unitaria de Londres y una mayoría absoluta de la Cámara de los Comunes en las elecciones generales de 2019.
Los aliados de Johnson confían en su gancho popular para hacer frente a la ofensiva de Reform Uk, que ha igualado a los conservadores en intención de voto en una reciente encuesta. Sin embargo, hay quienes advierten que Johnson defraudó al electorado de derechas surgido del Brexit con promesas incumplidas de reducción de la inmigración. «Boris no puede salvar a los tories«, sentencia el analista conservador Henry Hill en The Telegraph.
Este nuevo giro en la campaña electoral del Partido Conservador muestra una vez más la volatilidad de la política británica, y el peso que las figuras públicas como Johnson aún pueden tener en el panorama político. Con su regreso a la campaña, Johnson se posiciona como una figura clave en el intento de los conservadores por revertir su situación en las encuestas y enfrentar el desafío planteado por Farage y Reform Uk.