Amarillos por Chile, el partido político encabezado por el diputado Andrés Jouannet, se enfrentó a un revés cuando no lograron establecer su presencia en la Región Metropolitana a tiempo para las elecciones municipales. Esta situación ha reavivado la idea de fusionarse con Demócratas, otro partido de centro liderado por la senadora Ximena Rincón.
El miembro del comité político de Amarillos, Gutenberg Martínez, ha abierto la puerta a esta posibilidad, señalando que la fusión debería tener lugar considerando que «tenemos un acuerdo en todas las cosas importantes del quehacer nacional». Martínez ve la necesidad de proyectar un centro político que llene el vacío en un panorama político cada vez más polarizado.
Bernardita Soto, la prosecretaria de Amarillos, complementó estas declaraciones afirmando que todos los partidos tienen la posibilidad de una fusión. Sin embargo, también reconoció que hay diversas posturas dentro del partido sobre la fusión. Algunos miembros apoyan la idea, otros se oponen, y hay quienes prefieren esperar y no descartar la posibilidad. Cualquier decisión de fusión tendría que pasar por un proceso que incluiría la aprobación de dos tercios de los miembros de Amarillos en su encuentro nacional, seguida de un plebiscito de la militancia.
Aquellos que apoyan la fusión insisten en que debe ser un proceso de unificación y no una absorción. En otras palabras, los Amarillos no se convertirían simplemente en Demócratas. En cambio, se daría un debate político entre ambas colectividades para dar origen a un nuevo referente político.
Hay un temor subyacente entre los miembros de Amarillos de que el partido pueda desaparecer en las elecciones parlamentarias del próximo año. Según la ley electoral chilena, los partidos pueden ser disueltos si no alcanzan el 5% de los votos válidamente emitidos en la última elección de diputados en al menos ocho regiones o en al menos tres regiones geográficamente contiguas.
La fusión entre Amarillos y Demócratas sería un paso significativo para ambas colectividades. Según los últimos registros publicados por el Servicio Electoral (Servel), Amarillos tiene 8.081 militantes y Demócratas cuenta con 6.942. Si se lleva a cabo la fusión, el nuevo partido tendría 15.023 miembros, superando al Partido Liberal (9.867) y quedando casi a la par con Evópoli (16.845).
Jorge Tarud, vicepresidente de Demócratas, considera que la fusión es un tema interesante y piensa que debería ser considerada positivamente. Comparte la visión de que las fuerzas de centro deben representar a la mayoría de los chilenos, que están lejos de los extremos políticos.
Gabriel Alemparte, también vicepresidente de Demócratas, está de acuerdo en que ambos partidos tienen un origen y un destino común. Sin embargo, señala que hasta ahora la fusión no ha sido un tema abiertamente debatido en las instancias partidarias. Por el momento, la concentración de Demócratas ha estado en terminar de establecerse como un partido nacional, objetivo que están muy cerca de alcanzar. Una vez logrado esto, habrá tiempo para alcanzar otras metas, como la posible fusión con Amarillos.
En definitiva, la fusión entre Amarillos y Demócratas es una posibilidad que se ha planteado de nuevo ante los recientes desafíos que ha enfrentado Amarillos. Sin embargo, es un tema que aún requiere de un amplio debate y consenso dentro de ambas colectividades.