Ucrania: La cumbre que revela la tensión en Kiev | Internacional

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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se encuentra en un ambiente de creciente desesperación en medio de la guerra que su país enfrenta contra Rusia. La situación en el campo de batalla no da margen para el optimismo, ni a corto ni a largo plazo. Zelenski, en una reciente declaración, lamentó que sus aliados solo proporcionen suficiente armamento a su ejército para resistir, pero no para avanzar. Esta no es una postura nueva, pero a diferencia de años anteriores, la expresión de Zelenski revela la desesperanza de un líder que ya no espera un milagro en forma de ayuda militar adicional.

Los últimos siete meses han sido una dura lección, ya que el Congreso de Estados Unidos tardó ese tiempo en aprobar su último paquete de asistencia para Ucrania. Esta demora, unida a la creciente oposición de la sociedad ucraniana a la nueva ola de reclutamiento de civiles, ha aumentado aún más la sensación de desesperación.

En respuesta a esta situación, Zelenski está enfocando sus esfuerzos en el escenario internacional, buscando una gran mayoría geopolítica que respalde los intereses de Ucrania frente a una Rusia cada vez más aislada. Con este objetivo se celebró la cumbre en Suiza sobre la propuesta de paz ucrania, un evento que también sirvió para medir el nivel de nerviosismo en Kiev, que resultó ser bastante alto.

Las relaciones entre las autoridades ucranianas y estadounidenses nunca han sido fáciles en los más de dos años de invasión. La tensión ha sido palpable tanto en las cúpulas militares como en los presidentes de ambos países, principalmente debido a la insistencia de Ucrania por recibir más ayuda y de manera rápida.

En vísperas de la cumbre, y ante un artículo en el Financial Times que sugería que la relación bilateral se encuentra en su peor momento desde el inicio de la guerra, Zelenski lanzó una advertencia a Joe Biden. El presidente ucraniano señaló que la ausencia de Biden en la conferencia de Suiza sería un motivo de celebración para Rusia.

Este no ha sido el único signo de nerviosismo por parte de Zelenski. El líder ucraniano atacó directamente a China, acusándola de sabotear la cumbre de la paz y de ayudar a Rusia en la guerra. Este hecho sorprendió debido al tono duro utilizado contra la única potencia que puede tener una influencia directa en la posición de Rusia.

Los nervios también se han hecho evidentes en los medios de comunicación. El Gobierno ucraniano negoció durante semanas una resolución final para la cumbre de Suiza que pudiera atraer el mayor número de apoyos posibles. Dos borradores previos fueron filtrados al diario Pravda, un medio crítico con Zelenski, lo que desató un intenso debate público.

Zelenski ha asegurado que la próxima cumbre debe ser la que ponga fin a la guerra, y ha añadido que esto será «cuestión de meses, no de años». Sin embargo, la urgencia no solo se debe al dominio militar de Rusia, sino también a la posible nueva presidencia de Donald Trump en EE UU. Durante la conferencia en Suiza, Trump, que es candidato republicano en las próximas elecciones, afirmó en un mitin que no esperará a ser nombrado presidente para cerrar el grifo para Ucrania.

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