Líderes europeos esperan una pronta resolución en la asignación de roles en la UE en medio de la inestabilidad global | Elecciones Europeas 2024 | Noticias

EL PAÍS

La actualidad política europea se encuentra en un momento crucial, con los líderes de la Unión Europea (UE) trabajando contrarreloj para decidir quiénes ocuparán los puestos clave en la próxima legislatura. La situación mundial en general, y la europea en particular, es muy volátil. Con el auge de extrema derecha y populismo, el clima político está enrarecido y los líderes europeos quieren evitar añadir más ruido a la situación.

El lunes, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 Estados miembros de la UE intentaron acordar de forma informal el reparto de los altos cargos. Los favoritos para estos puestos son la alemana Ursula von der Leyen para repetir al frente de la Comisión Europea; el portugués Antonio Costa para el Consejo Europeo; la primera ministra estonia, Kaja Kallas, como Alta Representante para Política Exterior y Seguridad; y Roberta Metsola, para continuar una legislatura más al frente del Parlamento Europeo. Este reparto respetaría los equilibrios políticos, de género y regionales.

Aunque el paquete cuenta con un gran respaldo, en este tipo de negociaciones se suele decir que nada está acordado hasta que todo esté acordado. El candidato socialista Costa tiene el aval del Gobierno y del primer ministro portugués, del Partido Popular Europeo, Luís Montenegro. Sin embargo, algunas voces conservadoras han mostrado dudas sobre su nombramiento debido a cuestiones relacionadas con un caso judicial por corrupción que afecta a sus colaboradores más cercanos.

Para intentar ajustar el equilibrio, el primer ministro polaco, Donald Tusk, y el negociador del PPE, el griego Kyriakos Mitsotakis, se reunieron antes de la cena de líderes con los negociadores socialdemócratas, el canciller alemán, Olaf Scholz, y Pedro Sánchez, a iniciativa del presidente del Gobierno español.

Los populares han propuesto una fórmula de alternancia para presidir el Consejo: la mitad de la legislatura encabezada por un popular y la otra mitad por un socialista. Esto sería posible sin forzar la norma, ya que los mandatos del presidente del Consejo son de dos años y medio y pueden renovarse una vez. Sin embargo, los socialistas no están dispuestos a ceder.

La socialdemócrata danesa Mette Frederiksen, que era una de las candidatas favoritas para presidir el Consejo, ha intentado salir de la ecuación. A su llegada a la reunión de líderes en Bruselas, destacó que Von der Leyen ha hecho “un buen trabajo” esta legislatura.

Los resultados de las elecciones europeas han confirmado el avance de la ultraderecha y han dejado tocado al tándem franco-alemán, tradicional motor de la UE. En Alemania, la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD) se ha erigido como segunda fuerza política, mientras que en Francia, la ultraderecha de Marine Le Pen (Reagrupamiento Nacional) fue la fuerza más votada.

La elección de la próxima presidencia de la Comisión Europea debe ser ratificada en el Parlamento Europeo por la mayoría de eurodiputados (361 de 720). Se especula que los conservadores no pueden garantizar que Von der Leyen cuente con el voto en bloque de sus propios compañeros. A pesar de que el líder del PP español, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que el respaldo en la reunión de los conservadores europeos ha sido “unánime” y “sin fisuras”, los populares de Francia (Los Republicanos) y Eslovenia ya han anunciado que no respaldarán a Von der Leyen.

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