La elección de los altos cargos de la UE: un proceso de negociaciones de líderes, equilibrios y promesas de poder | Internacional

EL PAÍS

La maquinaria política de la Unión Europea (UE) se pone en marcha para definir los altos cargos que regirán el bloque en los próximos años. El lunes, los líderes europeos se reúnen en lo que se espera sea una batalla civilizada por el poder. El proceso, que durará varios meses hasta que el Parlamento Europeo ratifique los nombramientos, ya cuenta con candidatos favoritos para los dos puestos de mayor importancia: la presidencia de la Comisión Europea y la del Consejo Europeo.

La alemana Ursula von der Leyen y el portugués Antonio Costa son los candidatos más fuertes para repetir en sus respectivos puestos al frente de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, respectivamente. Sin embargo, en este tipo de reuniones, es común que surjan sorpresas.

Los altos cargos que se repartirán tras las elecciones europeas son de suma importancia. Tienen el poder de dirigir el rumbo de la UE en el próximo quinquenio. Además de los mencionados, hay otros dos cargos que completan el reparto: el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE y la presidencia del Parlamento Europeo. La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, y la eurodiputada maltesa Roberta Metsola son las principales candidatas para estos puestos.

El perfil de los candidatos refleja la diversidad y equilibrio que busca la UE en su liderazgo. Los candidatos incluyen a una democristiana alemana, un socialista portugués, una liberal báltica y una conservadora maltesa. En Bruselas se busca que los altos cargos, conocidos como top jobs, sean ocupados por representantes de las principales familias políticas (conservadores, socialdemócratas y liberales), que procedan de diferentes regiones de Europa, que no excluyan a los países medianos y pequeños, y que exista un equilibrio de género.

Aunque la reunión del lunes es «informal», se espera que sea un paso importante en la toma de decisiones de cara a la próxima Comisión Europea. Los líderes buscarán ganar la máxima cuota de poder para representantes de sus países, o influir en el programa político que desplegará la próxima Comisión.

Para la presidencia de la Comisión Europea, todas las apuestas apuntan a Von der Leyen. El Consejo Europeo, compuesto por los líderes de los Estados miembros, nomina a la persona que presidirá la Comisión Europea. Sin embargo, esto no garantiza el cargo, ya que la elección debe ser ratificada posteriormente en el Parlamento Europeo. Esta votación se celebrará en julio.

El Partido Popular Europeo (PPE), liderado por Von der Leyen, ha tenido una victoria incontestable en las elecciones europeas, lo que coloca a la actual presidenta en una posición fuerte para ser ratificada. Sin embargo, la política es impredecible y todo puede cambiar, como ocurrió en 2019 cuando la entonces ministra de Defensa alemana logró dirigir la Comisión.

António Costa, ex primer ministro portugués, es el principal candidato para presidir el Consejo Europeo. Aunque un caso de corrupción entre su equipo cercano le llevó a dimitir, su candidatura ha vuelto a tomar fuerza a medida que el caso se ha ido deshinchando en los tribunales.

Para el puesto de alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, la principal candidata es Kaja Kallas, la primera ministra de Estonia. Aunque su marcado perfil antirruso y la falta de experiencia en otras áreas globales generan dudas entre sus colegas.

Finalmente, la conservadora maltesa Roberta Metsola es la favorita para presidir el Parlamento Europeo. Aunque la presidencia de la Eurocámara puede estar en la mesa del Consejo Europeo este lunes, la costumbre es que socialistas y populares se repartan la presidencia durante el quinquenio. Metsola es la candidata más fuerte para inaugurar el turno tradicional en julio.

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