La historia de la automoción está llena de inventos y conceptos que han revolucionado la industria. El Volkswagen Golf GTI inventó el concepto de compacto deportivo, el BMW X6 definió el concepto de SUV coupé, y la Yamaha TMAX creó el concepto de scooter deportivo. Todos ellos son pioneros y han logrado convertirse en referentes en sus respectivos segmentos de mercado. En este artículo, nos centraremos en la Yamaha TMAX, una motocicleta que ha logrado fusionar dos mundos aparentemente dispares y dotarlos de una calidad e imagen premium.
A pesar de su precio elevado, las Yamaha TMAX gozan de gran popularidad. Son motos consideradas objetos de estatus e imagen, especialmente en las zonas de oficinas de las grandes ciudades. Su precio es más alto que el de un Dacia Sandero, pero su rendimiento de 47 CV hace que sea imbatible en la gran ciudad.
La Yamaha TMAX 2024, con su motor de 47 CV, tiene un precio de 13.990 euros. Su aspecto agresivo y cuidado, con un carenado muy llamativo y anguloso, espejos y retrovisores propios de una moto deportiva, y un tubo de escape prominente y sonoro, contribuye a su estatus premium. La TMAX tiene muchas imitaciones, tanto de marcas tradicionales como de marcas de menor coste.
El motor de la TMAX es muy peculiar para ser una scooter. Se trata de un bicilíndrico en paralelo, con 560 centímetros cúbicos, ocho válvulas y 47 CV de potencia a 7.500 rpm. Transmite sus 55,7 Nm de par al eje trasero mediante una caja de cambios de variador continuo, con su transmisión final por correa bien visible en la rueda trasera – es una de sus señas de identidad. Este variador permite a la moto acelerar con mucha intensidad en el tráfico urbano, garantizando que seremos los primeros a la salida del semáforo.
El motor también permite a la TMAX realizar excursiones por carretera y autopistas a ritmos ágiles, sin temer a motos más potentes o más orientadas al disfrute. Homologa un consumo medio de combustible de 4,8 l/100 km, elevado para una scooter. Con un depósito de combustible de 15 litros, nuestra autonomía real por depósito rondará los 250 km en el mejor de los casos.
La Yamaha TMAX destaca por una postura de conducción propia de una scooter, con un asiento a 800 mm del suelo, manillar erguido y piernas estiradas. El motor es estructural al chasis y dispone de acelerador by-wire.
El asiento del piloto es amplio y tiene respaldo regulable. El copiloto tiene mucho espacio y un asiento amplio donde no viajará de forma incómoda. La parte ciclo de la Yamaha TMAX está a caballo entre una scooter y una moto convencional. Sus llantas de 15 pulgadas son más cercanas a las scooter y tienen un buen compromiso entre estabilidad y agilidad, mientras que el equipo de frenado – con doble disco delantero de 267 mm con pinzas de anclaje radial y un disco trasero de 282 mm – es más propio de una moto deportiva.
La horquilla delantera es invertida y de gran calibre. De sus hermanas deportivas también hereda muchas asistencias electrónicas. No solo el ABS de doble canal, si no un selector de modos de conducción D-MODE y un sistema de control de tracción. Aunque se pueda defender muy bien en un tramo revirado, como scooter es una gran moto: bajo el asiento cabe un casco integral y objetos personales, cuenta con acceso y arranque manos libres y es un portento en conectividad. Su pantalla de 7 pulgadas es TFT, a todo color, y cuenta incluso con navegación a pantalla completa.
Este sistema también se puede conectar al nuestro smartphone mediante la app MyRide de Yamaha, y gracias a ello, podemos recibir ciertas notificaciones desde la pantalla de la moto. La iluminación full-LED frontal va de la mano de un precioso piloto trasero de aspecto muy reconocible.
Con acabados de enorme calidad y una imagen imbatible, no debería extrañarnos que sea una moto tan cara. Su precio al contado en nuestro país arranca en nada menos que 13.990 euros, y puede irse por encima de los 16.000 euros en su versión Tech Max. Esta versión cuenta con acabados únicos, control de crucero y más funciones de conectividad, entre otros elementos diferenciales.