El reciente sistema frontal que azotó a diversas regiones de Chile ha dejado secuelas devastadoras. Según el último balance entregado por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), hay más de tres mil personas aisladas, 11 mil damnificados y siete mil viviendas que sufrieron daños a causa de las intensas lluvias y vientos que acompañaron el fenómeno climático.
Esta situación ha llevado a la necesidad de albergar a 428 personas que han perdido sus hogares o se encuentran en zonas de alto riesgo. La región más golpeada por el sistema frontal ha sido el Biobío, que alberga a la mayoría de los damnificados y casas afectadas.
El número de damnificados, según el informe de Senapred, ascendió a 11.116, de los cuales 10.718 residen en la mencionada región del Biobío. Esta cifra representa una crisis humanitaria importante, que requiere de atención inmediata y soluciones a largo plazo para las personas y familias afectadas.
Además de los damnificados, la entidad también confirmó que el número total de personas aisladas en las zonas afectadas por el sistema frontal asciende a 3.079. Estas personas se encuentran en zonas de difícil acceso, debido a las inundaciones o derrumbes causados por las fuertes lluvias.
En cuanto a las viviendas, se reportó que 6.683 sufrieron un daño menor, es decir, se encuentran habitables pero requieren de reparaciones. Otras 707 viviendas registraron un daño mayor, lo que significa que no son seguras para habitar y necesitan de una intervención mayor para ser restauradas. Por último, 38 viviendas resultaron completamente destruidas.
En medio de esta crisis, Senapred informó que la cifra de albergados ha disminuido en las últimas horas. Esto se debe a que muchos damnificados tomaron la decisión de irse con familiares o amigos que los acogieron durante estos duros momentos. Esta solidaridad es un rayo de esperanza en medio de la adversidad que atraviesa la región.
Además, se reportó una disminución en el número de personas aisladas. La entidad señaló que esta baja se debe a que muchos ya fueron rescatados de las zonas donde se encontraban aislados. Estos rescates, realizados por equipos de emergencia y voluntarios, son esenciales para garantizar la seguridad y el bienestar de las personas afectadas por el sistema frontal.
Este sistema frontal ha causado estragos en la región del Biobío y en otras áreas del país. Sin embargo, la rápida respuesta de las autoridades y la solidaridad de la comunidad han permitido mitigar parte de los efectos de este desastre natural. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para ayudar a las miles de personas damnificadas y para reconstruir las viviendas y zonas afectadas.