Cuando Victoria Cilliers, una experimentada paracaidista y fisioterapeuta del Ministerio de Defensa británico, aceptó la propuesta de su marido Emile Cilliers de saltar en paracaídas juntos, vio en ello una señal de reconciliación después de enfrentar dificultades matrimoniales. Sin embargo, lo que parecía ser un gesto de renovación de su amor se convirtió en una pesadilla que la llevó al borde de la muerte.
Con más de 2.650 saltos a su nombre, Victoria no dudó en aceptar la propuesta de su esposo. Saltaron juntos a 4.000 pies de altura (1.200 metros), pero el paracaídas de Victoria no se abrió. Aunque inicialmente no se preocupó demasiado, ya que siempre llevaba un paracaídas de repuesto, la posibilidad de que el segundo paracaídas tampoco se abriera era de una entre un millón. Desafortunadamente, eso fue exactamente lo que sucedió.
Victoria cayó a una velocidad estimada de 90 kilómetros por hora, impactando en un campo de cultivo recién arado que sirvió para amortiguar el golpe. A pesar de las graves lesiones, incluyendo la fractura de la columna vertebral, la pelvis y varias costillas, sobrevivió milagrosamente al accidente.
Pocos días después del incidente, la Asociación de Paracaidistas del Ejército puso el caso en manos de la policía. Los detectives Paul Franklin y Maddy Hennah tomaron las riendas de la investigación y descubrieron que Emile, quien ejercía un control total sobre Victoria, llevaba una vida paralela con su amante, a quien había conocido en Tinder. Emile también frecuentaba prostitutas y clubes de intercambio de pareja, estaba endeudado y tenía la tentación de beneficiarse del seguro de vida de su esposa, estimado en 140.000 euros.
Mientras Victoria se recuperaba de sus múltiples lesiones y volvía a caminar gracias a un exoesqueleto, la investigación seguía su curso. Durante este tiempo, Victoria regresó al hogar familiar, conviviendo con su marido durante el día e incapaz de dormir por las noches debido al malestar físico de las heridas y los pensamientos que la asaltaban en la duermevela.
Emile, nacido en Sudáfrica hace 44 años y con una carrera militar antes de mudarse al Reino Unido, ejercía un control emocional tan fuerte sobre Victoria que ella cambió su declaración para no incriminarlo en un primer juicio celebrado en 2017. Sin embargo, en un segundo juicio en 2018, fue condenado a cadena perpetua por intento de asesinato.
Victoria ha logrado rehacer su vida y ha escrito su libro de memorias, «I survived», que ha servido de inspiración para el documental del Canal 4, «The Fall», que ha tenido gran éxito de audiencia en el Reino Unido. Ahora, a sus 48 años, ha recuperado la energía de su juventud y se ha enamorado de otro paracaidista, Simon Goodman. A pesar de los traumas vividos, ha vuelto a saltar en paracaídas, demostrando una valentía y fortaleza sorprendentes.
El caso de Victoria Cilliers es un claro ejemplo de superación personal tras una experiencia traumática, y es una prueba de que es posible salir adelante incluso después de enfrentar las situaciones más difíciles. Su historia es una inspiración para todos, y sirve como un recordatorio de la importancia de valorar cada momento de la vida.
