La Cumbre de Paz de Suiza sobre la crisis en Ucrania llegó a su conclusión el domingo en el sereno entorno de Brgenstock. Mientras las vacas pastaban tranquilamente en los prados, los líderes mundiales se reunieron para un último día de deliberaciones en busca de una solución al conflicto en curso. El resultado fue la creación de un borrador de documento que reflejaba los temas debatidos durante las 48 horas de intensas conversaciones. Este artículo se centrará en este documento, en su contenido y en su significado para el futuro de Ucrania y sus relaciones con Rusia.
El borrador, de dos páginas, se había trabajado cuidadosamente para evitar cualquier ataque directo a Rusia. De hecho, el nombre del país no se menciona para evitar cualquier insulto que pudiera impedir la participación de Rusia en futuras conversaciones de paz. Este enfoque diplomático es un reflejo de la delicadeza de la situación y de la necesidad de mantener abiertas todas las vías de diálogo.
El texto reafirma «los principios de soberanía, independencia e integridad territorial de todos los Estados, incluida Ucrania, dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente, incluidas las aguas territoriales, y la resolución de controversias por medios pacíficos como principios de derecho internacional». Este punto es particularmente importante dada la posición de Vladimir Putin, que había exigido previamente el reconocimiento internacional de Crimea y Sebastopol como territorio ruso. Rusia no fue invitada formalmente a la cumbre, sin embargo, su presencia se sentía en cada conversación y decisión.
En un discurso televisado, Putin había declarado que las tropas ucranianas deberían retirarse completamente de las regiones de la República Popular de Donetsk, la República Popular de Lugansk, Jersn y Zaporiyia. En 2022, Rusia había proclamado la anexión de estas cuatro regiones del este y del sur de Ucrania, a pesar de no tener el control total sobre ninguna de ellas.
El borrador toma una posición firme en apoyo a Ucrania y respalda en cierta medida las demandas de su presidente, Volodmir Zelenski. El documento está compuesto por tres puntos principales. En primer lugar, declara que «cualquier amenaza o uso de armas nucleares en el contexto de la guerra en curso contra Ucrania es inadmisible». En segundo lugar, sostiene que «la seguridad alimentaria no debe convertirse en un arma de ningún tipo». Por último, pide que todos los prisioneros de guerra sean «liberados por completo» y que todos los civiles ucranianos «que fueron ilegalmente detenidos, deben ser devueltos a Ucrania».
La declaración final hace un llamado a todas las partes a participar en el proceso de paz. Esto es un reconocimiento de que la paz solo se puede lograr con la participación de todos los actores involucrados, incluida Rusia. A pesar de las tensiones actuales, el documento busca sentar las bases para futuras negociaciones, en las que Rusia tendrá un papel crucial.
A pesar de las fuertes tensiones y desafíos que existen, la Cumbre de Paz de Suiza ha demostrado la voluntad de la comunidad internacional de trabajar juntos para encontrar una solución al conflicto en Ucrania. Este borrador de documento es un primer paso hacia ese objetivo. Su éxito final dependerá de la voluntad de todas las partes para comprometerse con el diálogo y la negociación, y de su capacidad para superar las diferencias en aras de la paz.