Reforma en el Gobierno chileno: Una discusión inmediata sobre la elección municipal y regional de octubre en dos días. Esta propuesta, solicitada por el Servicio Electoral de Chile (Servel), busca abordar el desafío de tener cuatro elecciones simultáneas: alcaldes, concejales, miembros del Consejo Regional (cores) y gobernadores regionales. La propuesta es tener una doble jornada de votación, específicamente, el 26 y 27 de octubre.
Esta reforma no solo busca ampliar el plazo para sufragar, sino también controlar el aumento en el desembolso por voto a los candidatos y a los partidos políticos. Con el sistema de sufragio obligatorio en Chile, el total de gastos surge de multiplicar el guarismo de 0,04 UF por la cantidad de votos obtenidos. Sin embargo, esta fórmula podría cambiar si la propuesta del gobierno es aprobada.
La subsecretaria de la Secretaría General de la Presidencia de Chile, Macarena Lobos, señaló que sin la aprobación de esta reforma, el costo de las elecciones de octubre sumaría $30 mil millones adicionales para el fisco. Es evidente que la importancia de esta reforma radica en su impacto financiero.
El ejecutivo propuso originalmente reducir el valor por voto de 0,04 UF a 0,026 UF, es decir, pasar de $1.500 a $975, aproximadamente, por voto para los candidatos. Sin embargo, esta propuesta no prosperó en el Senado.
En un intento por moderar este aumento drástico en los costos, el gobierno presentó una indicación para incorporar un artículo transitorio, no permanente, para reducir el monto de desembolso. Sin embargo, esta norma fue rechazada en la sala del Senado, al no lograr el quorum requerido de 4/7 para ser aprobado.
En una vuelta sorprendente, la oposición respaldó al Gobierno en su iniciativa contenida en el artículo quinto transitorio, pero parte del oficialismo votó en contra o se abstuvo. Sin esta rebaja, el proyecto de ley pasó entonces a segundo trámite a la Cámara.
Esta noticia destaca la complejidad de la política chilena y la dificultad de alcanzar un consenso incluso dentro del mismo partido. A pesar de la urgencia y la necesidad de la reforma planteada por el Servel, el proceso se ha visto obstaculizado por desacuerdos y divisiones partidistas.
En este contexto, el papel del Servel es crucial. Como organismo autónomo encargado de la administración de los procesos electorales en Chile, el Servel está a la vanguardia de las discusiones sobre cómo gestionar eficientemente las elecciones, tanto en términos de tiempo como de costos.
La reforma también plantea preguntas sobre la eficacia del sufragio obligatorio. Si bien este sistema busca fomentar la participación ciudadana en las elecciones, también plantea desafíos significativos en términos de costos y logística.
En conclusión, la reforma propuesta por el Servel subraya la necesidad de cambios en el sistema electoral chileno. El desafío radica en encontrar una solución que no sólo sea eficiente en términos de costos, sino que también garantice que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de ejercer su derecho a votar.