La reciente «Cumbre por la Paz en Ucrania» ha generado diversas reacciones entre los países concurrentes, evidenciando la complejidad y las tensiones inherentes a este conflicto geopolítico. El evento, auspiciado por gobernantes miembros de la OTAN y encabezado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha promovido un texto de conclusiones que no ha logrado un respaldo unánime.
Entre las naciones que han optado por no suscribir el documento se cuentan México, Brasil, Colombia, Arabia Saudita, Armenia, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Vaticano, India, Indonesia, Libia, Sudáfrica y Tailandia. Estos países han expresado su renuencia a firmar el texto, al considerar que presenta omisiones y no propone soluciones verdaderas para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por otro lado, las representaciones de Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y los gobiernos de derecha de Argentina y Ecuador, fueron algunos de los 79 de 92 gobiernos que respaldaron el documento. A estos se sumó el Gobierno de Chile, reafirmando así su alineación con las potencias occidentales.
El documento, promovido por estas potencias, sostiene que “alcanzar la paz requiere la implicación y el diálogo entre todas las partes”. Sin embargo, el Presidente de Ucrania ha manifestado su escepticismo hacia la posición rusa, afirmando que “Rusia y sus dirigentes no están listos para una paz justa”.
Este evento ha tenido lugar en Lucerna, Suiza, y ha destacado por la ausencia de Rusia, un actor clave en este conflicto, que no fue invitado a la cumbre. Asimismo, los jefes de Estado de China y Estados Unidos no concurrieron al encuentro.
El tono de las conclusiones de la cumbre, según Volodímir Zelenski, apuntaba a que Rusia cambiara decisiones e hiciera caso de las posturas de occidente. En la presentación de las conclusiones, el Presidente de Ucrania estuvo acompañado por el Presidente de Chile, Gabriel Boric.
Esta cumbre ha dejado en evidencia las tensiones y divisiones que el conflicto entre Ucrania y Rusia ha generado a nivel internacional. La falta de consenso sobre las conclusiones del encuentro refleja la complejidad de este escenario geopolítico y la dificultad de encontrar una solución que satisfaga a todas las partes involucradas.
El rol de la OTAN en la promoción de este evento, la postura del presidente ucraniano, la división entre las naciones que respaldaron y las que rechazaron el documento, así como la ausencia de actores clave como Rusia, China y Estados Unidos, son aspectos que deberán ser considerados en el análisis de las repercusiones de esta cumbre y de las perspectivas futuras para la paz en Ucrania.