El sonido de los pájaros cantando y los cencerros de las vacas pastando se entremezcla con el zumbido de los motores de los helicópteros que aterrizan. Este escenario pintoresco se encuentra en el corazón de Suiza, en Brgenstock, donde se celebra la primera cumbre por la paz en Ucrania. Volodimir Zelenski, el presidente de Ucrania, ha llegado a la cumbre esperanzado de que la reunión produzca resultados tangibles y no sea simplemente una oportunidad para tomarse fotos.
La cumbre es el producto de los esfuerzos de Zelenski para reunir a una gran cantidad de delegaciones. La lista inicial de invitados tenía 160 nombres, pero solo un centenar aceptaron la invitación. Entre los que asisten, 57 son jefes de Estado o de gobierno. A pesar de la ausencia de Rusia y China, el gobierno suizo ha expresado su deseo de que Rusia pueda unirse a las conversaciones en el futuro.
Viola Amherd, la presidenta suiza, ha declarado que «Si queremos impulsar el proceso hacia la paz, Rusia también debe participar en algún momento. Eso está claro para todos». A pesar de la falta de participación de Rusia, la cumbre se está centrando en tres temas clave: la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria y la dimensión humanitaria. Estos son los temas que se consideran más susceptibles de generar consenso y evitar fricciones.
En lo que respecta a la seguridad nuclear, se abordará la operación segura de todas las instalaciones nucleares de Ucrania. En cuanto a la seguridad alimentaria, se discutirá la exportación sin trabas de alimentos básicos, especialmente a través del Mar Negro. En lo que respecta a la dimensión humanitaria, se abordará el intercambio de prisioneros de guerra, la liberación de civiles ucranianos detenidos y la devolución de niños ucranianos secuestrados.
Al comienzo de la cumbre, la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, anunció un aumento de más de 1.500 millones de dólares en energía y ayuda humanitaria a Ucrania. Los fondos incluyen 500 millones en nuevos fondos para asistencia energética y la redirección de 324 millones en fondos previamente anunciados hacia la reparación de emergencia de infraestructura energética y otras necesidades en Ucrania.
También se anunció más de 379 millones en asistencia humanitaria del Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional para ayudar a los refugiados y otras personas afectadas por la guerra. El dinero está destinado a cubrir asistencia alimentaria, servicios de salud, alojamiento y servicios de agua, saneamiento e higiene para millones de ucranianos.
A pesar de las ausencias notables y las diferencias de opinión, la cumbre representa un paso importante hacia la paz en Ucrania. Aunque el camino hacia la paz es largo y lleno de obstáculos, la cumbre de Brgenstock es un comienzo prometedor. Como dijo Zelenski, «Todo lo que sea acordado formará parte del proceso hacia la paz que todos necesitamos». Y con eso, la cumbre continúa, con la esperanza de que pueda ser un hito en la búsqueda de la tan ansiada paz en Ucrania.