El panorama político de Francia está experimentando un cambio tectónico, uno que ha hecho que muchos ciudadanos salgan a las calles en protesta. Un manifestante, Ibrahim, sostiene una pancarta en la que aparecen imágenes del ex líder norcoreano Kim Jong-Il y su hijo Kim Jong-Un, junto a la familia Le Pen, que representa a la extrema derecha francesa. La pancarta es una representación gráfica de los temores de muchos franceses, que ven cómo la extrema derecha gana terreno en su país, al igual que lo hizo en las recientes elecciones europeas.
Ibrahim, como muchos otros, está preocupado por el estado de su nación. «En Francia el 82% somos clase obrera«, dice. Se pregunta por qué la clase obrera votaría por una política que, en su opinión, solo aumentará el desempleo y conducirá a un éxodo masivo de empresas. Estos temores se ven alimentados por el éxito del Reagrupamiento Nacional, el partido de la extrema derecha liderado por Marine Le Pen, en las elecciones europeas.
Marine Le Pen y su partido están ganando terreno en la política francesa, algo que ha alarmado a muchos. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha disuelto la Asamblea y convocado nuevas elecciones legislativas, en las que Le Pen es considerada la favorita en los sondeos. En caso de que su partido obtenga la mayoría relativa, su candidato, Jordan Bardella, podría ser nombrado primer ministro, creando una situación de cohabitación, en la que el presidente y el gobierno son de diferentes partidos políticos.
Ibrahim y otros manifestantes expresan su inquietud por las repercusiones económicas de un gobierno de extrema derecha. Temen que un gobierno bajo Le Pen provocaría un éxodo de empresas y ahorros del país. Además, señalan que el Reagrupamiento Nacional es más un clan Le Pen que un partido político. Este sentimiento se ve reflejado en las calles, con pancartas que dicen «Todo menos la extrema derecha». Muchos manifestantes, incluso aquellos que se identifican como de izquierdas, consideran que «incluso Macron es mejor alternativa que Le Pen».
Los partidos de izquierda han respondido a la creciente amenaza de la extrema derecha uniendo fuerzas. Han anunciado que presentarán candidaturas conjuntas bajo el nombre de Nuevo Frente popular para contrarrestar a la extrema derecha.
Los manifestantes no solo están en contra de la extrema derecha, sino también de Macron. Se puede ver una variedad de causas representadas en las marchas, que incluyen pancartas propalestinas y sindicalistas. Los sindicatos han convocado manifestaciones en toda Francia contra la extrema derecha.
Según el sindicato CGT, han habido 640.000 manifestantes en toda Francia, 250.000 de ellos en París. Sin embargo, la policía reduce la cifra a 142.000. Durante las protestas, han estado movilizados 21.000 policías.
En respuesta a la creciente tensión política, los partidos han lanzado sus campañas y presentado sus programas. Incluso el ex presidente socialista Franois Hollande ha anunciado su candidatura a los comicios. Esto muestra la seriedad de la situación política en Francia y cómo la amenaza de la extrema derecha ha llevado a antiguos líderes a regresar al ruedo político para desafiarla.