A medida que el mundo observa con atención, miles de franceses han salido a las calles para protestar contra el creciente poder de la extrema derecha en su país, manifestando su rechazo al Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen. Este partido causó un gran revuelo el pasado 9 de junio cuando logró una victoria aplastante en las elecciones europeas.
En un intento de contrarrestar esta creciente ola de la derecha, sindicatos y organizaciones civiles han organizado más de 150 manifestaciones a lo largo del fin de semana. En París, miles de personas se reunieron en la icónica Plaza de la República para expresar su descontento y preocupación con el rumbo político que está tomando su país.
Marine Le Pen, una figura controvertida en la política francesa, obtuvo casi un tercio de los votos en las elecciones para el Parlamento Europeo. Esta sorprendente victoria provocó que el presidente francés, Emmanuel Macron, decidiera disolver la Asamblea Nacional y adelantar las elecciones legislativas al 30 de junio y 7 de julio. Esta medida ha agitado aún más el ya turbulento escenario político de Francia.
Sophie Binet, líder del sindicato CGT, expresó su inquietud en la Plaza de la República, diciendo: «Nos manifestamos porque estamos muy preocupados ante la posibilidad de que Jordan Bardella, líder del RN, pueda convertirse en el próximo primer ministro… Queremos impedir este desastre». Esta preocupación fue respaldada por Marylise Léon, secretaria general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, quien aseveró que el panorama no es nada alentador.
Los primeros sondeos citados por Reuters sugieren que RN podría ganar las elecciones y estar en condiciones de formar el próximo gobierno. Una encuesta publicada por la revista Le Point pronosticaba que RN lideraría la primera vuelta de las elecciones parlamentarias con un 29,5% de los votos, superando al Frente Popular, una coalición de partidos de izquierdas, que obtendría un 28,5%. Los centristas de Macron se situarían con un 18%.
Cécile Duflot, directora general de Oxfam Francia, instó a la población a despertar de su negación. Según ella, Francia «está en los albores de un escenario catastrófico» debido al discurso de extrema derecha de RN. Duflot describe este discurso como una «estafa» basada en «especulaciones sobre el racismo».
Las autoridades están preparadas para esta ola de protestas. Según fuentes policiales citadas por Le Figaro, se ha movilizado a 21.000 agentes para garantizar la seguridad. Se espera que entre 300.000 y 350.000 personas se manifiesten en todo el país, con entre 50.000 y 100.000 solo en París.
La creciente influencia del RN y su potencial ascenso al poder representan un cambio significativo en la política francesa. Este movimiento de protesta, con miles de personas en las calles, es un claro indicativo de la división y el descontento que prevalecen en la sociedad francesa. Como resultado, el mundo está observando atentamente cómo se desarrolla esta situación, ya que los resultados de las próximas elecciones podrían redefinir el paisaje político de Francia.