En un giro reciente de los acontecimientos que han sacudido la industria automotriz, la Comisión Europea ha lanzado un golpe a los coches eléctricos de origen chino. Este movimiento se sitúa en el contexto de una guerra comercial más amplia. La decisión tomada por Europa implica aplicar aranceles de hasta el 38,1% a estos vehículos, que ya tenían una presión arancelaria del 10%. Aunque el objetivo declarado es limitar la competencia que se considera desleal de las marcas chinas, la realidad es que afecta a cualquier vehículo producido en el gigante asiático. Esto incluye varios coches de marcas europeas y el superventas de Tesla.
Esta medida no ha pasado desapercibida y el anuncio de los aranceles a los coches eléctricos chinos inevitablemente se traducirá en el aumento de precios. La primera señal evidente de esto es el anuncio de Tesla. En su sitio web español, ya se puede ver un aviso que indica que es «probable» que el precio del Tesla Model 3 suba a partir del 1 de julio debido a la aplicación de estos nuevos aranceles. Actualmente, el Tesla Model 3 tiene un precio de acceso de 39.990 euros para su versión de acceso, con tracción trasera y una autonomía WLTP de 513 km.
El Tesla Model 3, producido íntegramente en la Gigafactory de Shanghai, en China, es un vehículo muy competitivo y equilibrado, gracias en gran parte a su precio muy contenido, reducido notablemente durante los últimos dos años para facilitar la expansión comercial de la marca estadounidense. Sin embargo, aún se desconoce cuánto subirá el precio de la berlina eléctrica en nuestro mercado debido a los nuevos aranceles.
En el documento emitido por la Comisión Europea se argumentaba que Tesla tendría un trato preferencial en términos de imposición arancelaria, posiblemente debido a su cooperación o a su sólido tejido productivo en Europa. Sin embargo, parece claro que si estás buscando un Tesla Model 3 y quieres que su precio se mantenga por debajo de los 40.000 euros, el momento para adquirirlo es ahora.
Pero no solo Tesla se ve afectada por estos aranceles. Cualquier vehículo eléctrico de producción china está afectado. Volvo ya anunció hace unos días que el EX30 y EX90 pasarán a fabricarse en Bélgica, pero fabricantes como smart o MINI también tendrán que reconsiderar su estrategia productiva si quieren seguir siendo rentables. Lo mismo ocurre con Leapmotor, cuya estrategia low-cost podría verse afectada, al igual que el Dacia Spring, conocido por su asequibilidad.
Esta decisión podría provocar un desplome en las ventas de coches eléctricos, debido a que los aranceles adicionales aumentarán los precios de los vehículos, lo que podría disuadir a los posibles compradores. La aplicación de estos aranceles no solo afecta a las marcas chinas, sino a cualquier vehículo eléctrico producido en China. Esto pone de manifiesto la globalidad y la interdependencia de la industria automotriz, donde las decisiones tomadas en un continente pueden tener un impacto significativo en otro.
En resumen, el anuncio de la Comisión Europea de aplicar aranceles a los coches eléctricos chinos es un movimiento que afectará a toda la industria automotriz, desde los fabricantes hasta los consumidores. Esta es una situación que se desarrollará en los próximos meses y cuyas repercusiones se sentirán durante mucho tiempo.