En un episodio de emergencia, ocurrido en la madrugada del 9 de junio, se reveló un socavón que afecta al edificio Euromarina II en Reñaca, dejando al descubierto uno de sus pilotes. Este suceso ha llevado a los residentes del inmueble a evacuar de forma inmediata.
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, se refirió al incidente, señalando la responsabilidad de la constructora en esta emergencia. La secretaria de Estado conversó con radio Universo, donde planteó que ciertos territorios, en particular los campos dunares, requieren una doble mirada antes de seguir con los desarrollos inmobiliarios que se están realizando.
El hecho ha levantado una serie de preguntas sobre la responsabilidad del Estado y del sector privado en la autorización y ejecución de tales proyectos. La Ministra López afirmó que “me niego a decir que solamente los responsables son las partes del Estado que dan su autorización como si el sector privado no tuviera ninguna responsabilidad (…) y la constructora pasa piola”.
La ministra de Obras Públicas hizo hincapié en que, si bien la calidad de la ingeniería no es la cuestión, el problema radica en que se permita la construcción en zonas cuestionables. “Esto no es un tema de la calidad de la ingeniería, nadie duda que la ingeniería chilena es de las mejores del mundo y, por lo tanto, esos edificios están bien construidos. Pero estamos hablando de una zona donde se discutió harto si se podía construir o no, al final primó el criterio de la construcción y hoy día estamos viendo algunos resultados que no son muy agradables”, aclaró.
Senapred solicitó la coordinación de una mesa intersectorial para abordar el incidente de manera más profunda. Jessica López detalló que la reflexión se llevará a cabo una vez que se haya superado este episodio.
En relación con las causas de este incidente, uno de los dueños de los departamentos explicó a Canal 13 que “nunca habíamos tenido problemas, de hecho pasamos uno o dos terremotos, pero nunca pasó nada ahí. En diciembre o enero de este año detectaron una pequeña fuga en la piscina temperada que está justo donde está el socavón”.
Este evento ha suscitado un debate más amplio sobre la gestión de las construcciones en zonas de riesgo y la responsabilidad compartida del sector público y privado en garantizar la seguridad de los edificios. Aunque la calidad de la ingeniería chilena no se pone en duda, sí se cuestiona la elección del lugar para llevar a cabo las construcciones.
A medida que la mesa intersectorial comienza a abordar la cuestión, es probable que veamos un mayor escrutinio de las prácticas de construcción en todo el país, y en particular, en zonas que presentan riesgos geológicos o ambientales. La necesidad de una «doble mirada» antes de seguir adelante con los desarrollos inmobiliarios, como mencionó la ministra López, podría convertirse en un elemento clave en la planificación de futuros proyectos.
El incidente en el edificio Euromarina II es un recordatorio de los desafíos que enfrenta la industria de la construcción a medida que busca equilibrar el desarrollo con la seguridad y la sostenibilidad. Mientras tanto, las autoridades y los residentes esperan ansiosos la resolución de este incidente y la implementación de medidas para prevenir futuras emergencias de este tipo.