Meloni logra excluir el derecho al aborto de la declaración conjunta del G-7 en Italia | Internacional

EL PAÍS

La reciente decisión de la presidencia italiana del G-7 de eliminar la mención explícita al aborto en la declaración final del G-7, a pesar de las demandas de Francia y la Unión Europea, ha generado reacciones diversas. En los borradores previos al documento final, se incluía esta mención. El resultado final es un documento menos robusto en términos de derechos, y evita explícitamente el compromiso de garantizar el «acceso al aborto seguro y legal» que figuraba en el texto del año pasado.

El documento final, que será formalmente aprobado este viernes, se limita a expresar la intención de «promover la salud y los derechos reproductivos para todos, y avanzar la salud maternal, de los recién nacidos, niños y adolescentes». En otro pasaje, el documento reitera los compromisos del comunicado de Hiroshima con el acceso universal a sanidad de calidad, adecuada y accesible para mujeres, incluyendo la salud sexual y reproductiva. Sin embargo, esta es una referencia indirecta que evita mencionar explícitamente el aborto.

Para la delegación italiana, que preside este año el grupo del G-7, que reúne a algunas de las democracias más avanzadas del mundo, y para su primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, toda mención al aborto ha sido una «línea roja». Algunas delegaciones, como la europea, la canadiense y la francesa, trataron de oponerse y recuperar la mención al aborto, pero el empuje no fue suficiente.

La combinación de la resistencia italiana y la voluntad general de alcanzar una declaración de consenso y no mostrar rupturas, en un contexto de alta tensión internacional en el que los países occidentales anhelan mostrar unidad, condujo a esta conclusión. Sin embargo, se logró recordar las conclusiones de Hiroshima, señala una alta fuente europea.

El presidente francés, Emmanuel Macron, lamentó la desaparición de la referencia al aborto. «Francia ha integrado este derecho de las mujeres al aborto, la libertad de disponer de su cuerpo, en su Constitución. No son las mismas sensibilidades que hay en este país hoy. Francia, por su parte, comparte la visión de la igualdad entre mujeres y hombres. No es una visión que se comparta en todo el espectro político. Lo lamento, pero lo respeto porque ha sido la elección soberana del pueblo. Sin embargo, es una posición que continuaremos defendiendo con fuerza», declaró Macron.

Meloni respondió a Macron acusando al líder francés de hacer campaña en el G-7. «Creo que es profundamente equivocado utilizar un foro importante como este para hacer campaña», afirmó la italiana.

Se espera que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se refiera a la cuestión en la reunión bilateral que tiene prevista con Meloni. El asunto del derecho al aborto es central en la política de Biden. Las fuentes consultadas indican que la presidencia italiana planteó una auténtica línea roja en esta cuestión. Meloni ha llegado al poder con una plataforma política de planteamientos restrictivos sobre el aborto.

El derecho al aborto es un asunto fundamental del pulso político en las democracias occidentales entre formaciones ultraderechistas, con a menudo planteamientos ultraconservadores, y fuerzas de inspiración liberal. Esta vez, ganó el planteamiento ultraderechista, que disponía de la ventaja de ejercer la presidencia rotatoria, con influencia sobre la agenda y el comunicado que surge de las reuniones.

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