La convocatoria de elecciones legislativas anticipadas en Francia ha provocado inquietud en los mercados financieros debido a la posibilidad de que el partido de extrema derecha, Reagrupamiento Nacional (RN), llegue al poder. Aunque el programa económico de este partido aún no está totalmente definido, sus líderes han señalado que algunas de sus medidas serán similares a las que se propusieron en las elecciones presidenciales de 2022.
La líder del RN, Marine Le Pen, es conocida por sus posturas de reducción de impuestos y aumento de gastos en ciertos sectores. Sin embargo, economistas advierten que dichas propuestas podrían ser costosas y podrían enfrentar problemas debido a la falta de ingresos creíbles y una ya frágil situación presupuestaria. Después de la convocatoria electoral, el costo de la deuda francesa creció y las agencias de evaluación de riesgos mostraron signos de preocupación.
El presidente del RN, Jordan Bardella, quien condujo a su partido a una victoria aplastante en las elecciones europeas con un 31,5% de los votos, hizo hincapié en la necesidad de simplificar la economía, fomentar el patriotismo económico, reducir la fiscalidad de las empresas y las clases trabajadoras y medias, y liberarse de las reglas europeas sobre los precios de la electricidad.
El actual presidente francés, Emmanuel Macron, tras sufrir la peor derrota de su carrera, anunció la disolución de la Asamblea Nacional y convocó elecciones legislativas para el 30 de junio y el 7 de julio. Las encuestas iniciales sugieren que RN podría convertirse en el primer partido del parlamento, aunque sin una mayoría absoluta.
La posibilidad de que la extrema derecha llegue al poder en la segunda economía más grande de la eurozona ha sacudido tanto al sector económico como al financiero. El ministro de Economía, Bruno Le Maire, alertó que desde que una victoria de RN es una posibilidad, el costo de la deuda francesa ha aumentado significativamente. También advirtió sobre una posible crisis de la deuda y recordó la situación vivida en el Reino Unido en 2022, después del anuncio de la histórica reducción de impuestos de la ex primera ministra Liz Truss.
La agencia de calificación Moody’s advirtió que la disolución de la Cámara baja aumenta los riesgos que pesan sobre el control presupuestario de Francia y, por ende, sobre su calificación. Mientras tanto, la agencia Fitch alertó sobre un clima de incertidumbre. La deuda pública en Francia se encuentra en el 110,6% del PIB y el déficit alcanzó el 5,5% del PIB el año pasado.
Las propuestas económicas de RN siguen siendo confusas y podrían sufrir modificaciones para atraer más aliados. Entre las medidas propuestas por el partido se encuentra la reducción del IVA sobre productos energéticos del 20% al 5,5%, la exención del IRPF a trabajadores menores de 30 años, el establecimiento de una preferencia nacional para la contratación pública y una exención de cotizaciones para aumentos salariales del 10%.
El exjefe del Fondo Monetario Internacional, Olivier Blanchard, describió el programa del RN como «fiscalmente irresponsable». Según él, no hay una estrategia de crecimiento y no se abordan cuestiones importantes como la reducción del desempleo y cómo mantener a Francia competitiva en sectores que sostendrán el crecimiento.
Christophe Boucher, profesor de Economía en la Universidad de París Nanterre, señaló que el programa del RN no está completo y no está financiado, lo que significa que hay un desequilibrio muy grande entre gastos e ingresos. Clément Carbonnier, profesor de Economía en la Universidad de París 8, consideró que el programa es «xenófobo, incluso económicamente», ya que se espera que la principal fuente de ingresos provenga de políticas antiinmigración.
La situación en Francia sigue siendo incierta a medida que se acercan las elecciones y los mercados financieros siguen de cerca los desarrollos políticos. Los analistas advierten que si el RN logra llegar al poder y sigue adelante con sus propuestas económicas, Francia podría enfrentarse a una seria crisis económica.