El reconocido líder indígena de Estados Unidos, Leonard Peltier, ha sido objeto de una inmensa injusticia. Este prestigioso líder del American Indian Movement ha estado detenido por más de 49 años, presuntamente acusado del asesinato de dos agentes del FBI durante un enfrentamiento en la Reserva india de Pine Ridge, Dakota del Sur en 1975. Actualmente cumple su condena en una prisión en Florida.
Peltier fue condenado tras un juicio que, a todas luces, fue manipulado y plagado de irregularidades. Hubo testimonios de personas que habían sido amenazadas e intimidadas por el FBI, y los fiscales ocultaron pruebas cruciales. A pesar de que un miembro del jurado admitió estar en contra de la raza de Peltier en el segundo día del juicio, se le permitió permanecer. Este tipo de prácticas no se sostendrían hoy en un tribunal de los propios Estados Unidos.
Son muchas las agrupaciones y personalidades alrededor del mundo que han expresado su preocupación sobre esta condena y han pedido la liberación de Peltier. Este hombre, que ahora tiene 79 años, ha despertado una solidaridad en su país que, lamentablemente, apenas se conoce fuera de sus fronteras.
Es casi incomprensible que una persona pueda estar encarcelada durante casi medio siglo cuando todas las evidencias apuntan a un juicio amañado. Varios presidentes estadounidenses, presionados para concederle clemencia, han evitado el tema, ya sea por cálculos políticos o por temor al poder del FBI.
La resistencia de los indígenas en Estados Unidos no ha cesado. Leonard Peltier es uno de los líderes de esas luchas, y por ello fue blanco de las acciones del Gobierno federal. Aunque los pueblos originarios de América del Norte comenzaron a ser despojados de sus territorios ancestrales hace más de dos siglos, aún enfrentan desalojos ocasionales.
Las naciones indígenas derrotadas fueron confinadas en reservas en terrenos áridos. Muchos de sus hijos fueron arrebatados y enviados a internados y casas de pensión, donde fueron sometidos a un tipo de genocidio cultural. La práctica de fragmentar familias indias y entregar a sus hijos en adopción perduró durante décadas.
Los pueblos indígenas sufren altos niveles de marginación y discriminación, así como un acceso restringido a la educación, la atención médica y la vivienda. Los defensores de los derechos humanos indígenas son intimidados, atacados y, en ocasiones, incluso asesinados, a menudo con el apoyo del Estado.
Peltier es un luchador y todavía está vivo. Es quizás el prisionero político más antiguo de Estados Unidos. Su historia todavía mueve a miles de personas a firmar peticiones en apoyo de su liberación. Muchas personalidades y líderes de derechos humanos han instado a su liberación a lo largo de los años, incluidos Papa Francisco, Dalai Lama, Madre Teresa, Nelson Mandela y Coretta Scott King.
Entre quienes apoyan a Peltier está James Reynolds. Este fue el Fiscal de los Estados Unidos que ayudó a encarcelar a Peltier en la década de 1970. En una carta extraordinaria de julio 2021 a Biden, Reynolds admite que se ha dado cuenta de lo injusto que fue el juicio de Peltier y que sería justo dejarlo irse a casa.
Otro que aboga por Peltier es el representante Raul Grijalva (D-Ariz). En una carta al Presidente y al Fiscal General, Merrick Garland, instó a una liberación acelerada de Peltier. Grijalva dijo que Peltier ha sido castigado por mantener su inocencia. Él tenía la oportunidad de ser liberado en 2009, pero solo si hubiera admitido que asesinó a los dos agentes del FBI. Peltier se negó y se le negó la libertad condicional.
En una carta enviada este año a los miembros de la Comisión de Libertad Condicional, el Director Ejecutivo de Amnistía Internacional-Estados Unidos, Paul O’Brien, reiteró su preocupación por el proceso legal que condujo a la condena de Peltier, señaló la edad de Peltier, el tiempo cumplido, y sus graves problemas de salud, instando a la comisión a que le conceda la libertad condicional.
El caso de Peltier apenas se conoce. En unos 20 días, la Comisión de Libertad Condicional de Estados Unidos debe tomar una decisión para determinar el destino de Leonard Peltier. Es hora de que esta injusticia se haga notar, que se exponga la falsedad de la pretensión de la sociedad estadounidense de mostrarse como modelo, y que se manifieste una mayor solidaridad con este líder de los pueblos originarios de América del Norte.