La pregunta que lleva rondando por la mente de Europa desde hace dos años y medio sigue sin respuesta: ¿Cuándo se acabará la guerra de Ucrania? A pesar de la incertidumbre que persiste, los esfuerzos diplomáticos continúan para resolver el conflicto que ha cobrado miles de vidas y ha desplazado a millones de personas.
En un intento por acercarse a una respuesta, más de 90 países se reunieron recientemente para la llamada cumbre de Suiza por la paz. A pesar de su título, el objetivo de la cumbre no era tanto poner fin a las hostilidades, sino más bien solidificar los cimientos sobre los que esa paz debe reposar. En otras palabras, los participantes se centraron en establecer las bases para un acuerdo de paz duradero que pueda llegar a ser alcanzado en el futuro.
Sorprendentemente, el invasor ruso no fue invitado a la cumbre. Esta decisión puede parecer contradictoria, ya que cualquier solución al conflicto de Ucrania requeriría la participación de Rusia. Sin embargo, se puede interpretar como un intento de los organizadores de la cumbre de enviar un mensaje claro a Rusia: que su comportamiento agresivo no será tolerado.
A pesar de la ausencia de Rusia, hubo un consenso general entre los participantes de la cumbre. Todos estuvieron de acuerdo en que cuanto más tiempo dure el conflicto, más difícil será resolverlo. Esto se debe a que la prolongada violencia podría exacerbar las tensiones existentes y crear nuevas divisiones, lo que complicaría aún más las negociaciones de paz.
La guerra en Ucrania comenzó en 2014, cuando Rusia anexó la península de Crimea, un territorio que hasta entonces pertenecía a Ucrania. Desde entonces, el este de Ucrania ha sido escenario de un conflicto armado entre las fuerzas ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia. Aunque se han realizado varios intentos para poner fin a la violencia, incluyendo un alto el fuego acordado en 2020, ninguno ha logrado una paz duradera.
A pesar de la gravedad de la situación, la cumbre de Suiza por la paz ofrece un atisbo de esperanza. La reunión de tantos países demuestra que la comunidad internacional está comprometida con la búsqueda de una solución al conflicto. Aunque no se alcanzó una resolución concreta, el hecho de que se haya celebrado la cumbre es un paso en la dirección correcta.
Sin embargo, el camino hacia la paz en Ucrania será largo y lleno de obstáculos. La cumbre de Suiza por la paz fue un recordatorio de que, aunque la guerra pueda parecer interminable, los esfuerzos para poner fin al conflicto no se detienen. La comunidad internacional sigue trabajando incansablemente para encontrar una solución, y aunque todavía no se sabe cuándo se acabará la guerra de Ucrania, estas iniciativas diplomáticas nos acercan un paso más a la respuesta.