El primer ministro griego reestructura su gobierno para detener la pérdida de votos hacia la extrema derecha | Internacional

EL PAÍS

El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, ha anunciado una profunda reestructuración de su gobierno en respuesta a los resultados de las últimas elecciones europeas. A pesar de que su partido, Nueva Democracia, ganó las elecciones, solo obtuvo el 28% de los votos, una caída significativa respecto al 40% que obtuvo hace un año. La abstención alcanzó un récord histórico del 58,61%, a pesar de que el voto es obligatorio en Grecia, aunque no hay sanciones para aquellos que deciden no ejercer su derecho al voto.

La extrema derecha obtuvo un sorprendente resultado, a pesar de que su voto se dividió entre tres candidaturas. Las tres juntas obtuvieron un 16,7% de los votos. Solución Griega, el grupo más ultranacionalista, consiguió el 9,3%, mientras que el partido pro-Putin Niki alcanzó el 4,4% y el recién formado partido radical Foni Logikís, liderado por Afroditi Latinopoulou, obtuvo el 3%.

En respuesta a las crecientes demandas de la extrema derecha, Mitsotakis ha nombrado a Nikos Panagiotopoulos, descrito como un político de línea dura, como ministro de Inmigración y Asilo. Panagiotopoulos era ministro de Defensa durante la reciente crisis entre Grecia y Turquía, que llevó al cierre total de las fronteras y la suspensión del derecho de asilo durante varias semanas.

Takis Theodorikakos, quien hasta hace poco era responsable de Protección Ciudadana, ha sido nombrado ministro de Desarrollo, mientras que Niki Kerameos, la actual ministra del Interior, asumirá el Ministerio de Trabajo, cediendo su cargo a su número dos, Thodoris Livanios.

Para los ministerios de Economía y Energía, Mitsotakis ha mantenido a Kostis Hatzidakis y Theodoros Skylakakis, respectivamente. Ambos son conocidos por ser políticos liberales pragmáticos, más que ideológicos, al tomar decisiones en sus departamentos.

Según fuentes gubernamentales, el objetivo de la reestructuración del gobierno es responder a las demandas de los ciudadanos. El portavoz del gobierno, Pavlos Marinakis, dijo: «Los electores nos han dicho: ‘Confiamos en vosotros, pero sed mejores, avanzad más rápido'».

De fondo en esta crisis gubernamental, se encuentra el debate que atraviesa a todos los partidos de centro-derecha en Europa: ¿cómo detener la fuga de votos hacia los partidos de extrema derecha? En Nueva Democracia, el debate se sitúa entre dos polos. Por un lado, el ala más conservadora cree que el giro hacia el centro que Mitsotakis está llevando a cabo es demasiado rápido, y que medidas como la aprobación del matrimonio igualitario dejan un espacio libre demasiado amplio a los partidos a su derecha.

Por otro lado, el sector liberal cree que la pérdida de apoyo electoral no se debe tanto a cuestiones ideológicas, sino a problemas más acuciantes, como la inflación, la carga fiscal, la burocracia o la creciente dificultad para acceder a una vivienda.

Fuentes cercanas a Mitsotakis explican que los nombramientos del nuevo gabinete intentan complacer a ambos sectores en liza sin decantarse explícitamente por ninguno de ellos. En otras palabras, la prioridad es contener la inflación sin renunciar a marcar un perfil más político.

Uno de los factores importantes para entender los cambios en el gabinete es la cuestión territorial. En el norte del país, donde el sector primario es más significativo, es donde Nueva Democracia perdió más votos. Solo el último año, los agricultores han sufrido las consecuencias de los incendios más grandes de Europa, de las mayores inundaciones registradas y de una sucesión más larga de olas de calor desde que se tienen registros.

Para intentar reconstruir la relación con los agricultores, Mitsotakis ha nombrado a Konstantinos Tsiaras al frente del Ministerio de Agricultura. Tsiaras, natural de Tesalia, una de las regiones más afectadas por las inundaciones del pasado septiembre, ocupó el Ministerio de Justicia hasta 2023 y es un veterano en el centro-derecha.

El nuevo Gobierno no tendrá ni un día de tregua. Grecia vive temperaturas extremas, con registros de hasta 44,5 grados, en la que es la ola de calor más temprana registrada nunca en el país. Se ha adelantado el fin de curso en las escuelas, gran parte de los funcionarios está teletrabajando y se ha modificado el horario del pequeño comercio. Y el verano aún ni siquiera ha comenzado.

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