La actividad física tiene un impacto positivo innegable en la regulación de la glucosa, una función vital para la salud general del cuerpo. Sin embargo, una cuestión que ha intrigado a la comunidad científica es cómo el momento del día en que se realiza la actividad física puede influir en este proceso. Este es el enfoque de un estudio liderado por los investigadores Antonio Clavero-Jimeno y Jonatan Ruiz del Departamento de Educación Física y Deportiva de la Facultad de Ciencias del Deporte y del Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS) de la Universidad de Granada.
El enigma radica en si ser más activos en un momento particular del día, ya sea en la mañana o en la tarde-noche, puede maximizar los beneficios cardiometabólicos de la actividad física. La selección del momento óptimo del día para hacer ejercicio está emergiendo como una estrategia potencial para aumentar los beneficios de la actividad física en el metabolismo de la glucosa. Esto es especialmente relevante en personas con resistencia a la insulina y en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
El estudio ha revelado hallazgos sorprendentes. Se demostró que acumular una mayor cantidad de actividad física de intensidad moderada-alta en la tarde-noche, específicamente entre las seis de la tarde y las doce de la noche, parece tener un efecto positivo en la regulación de la glucosa en hombres y mujeres con sobrepeso u obesidad.
Además, los beneficios de la actividad física son más pronunciados en personas que presentan alguna alteración en el metabolismo de la glucosa. Esto incluye a aquellos con niveles elevados de glucosa, hemoglobina glicosilada y/o un índice elevado de resistencia a la insulina en ayunas. Los resultados son similares tanto en hombres como en mujeres.
En la investigación participaron un total de 186 adultos, con una edad media de 47 años y con sobrepeso u obesidad. Durante 14 días, los participantes portaron un acelerómetro y un monitor de glucosa continuo. Estos dispositivos midieron la cantidad de actividad física y los niveles de glucosa durante 24 horas cada día, respectivamente.
Los resultados de este estudio tienen implicaciones prácticas significativas, especialmente para la población en riesgo de desarrollar resistencia a la insulina o diabetes tipo 2. Destaca la importancia de considerar el momento del día al prescribir ejercicio físico. Esta información puede ser crucial para mejorar la eficacia de las intervenciones de ejercicio en estas poblaciones.
El estudio clasificó cada jornada como «inactiva» si no se acumulaba ninguna actividad física y como «mañana», «tarde» o «tarde-noche» si más del 50% de los minutos registrados de actividad física para ese día se acumulaban entre las 6:00-12:00, 12:00-18:00 o 18:00-00:00, respectivamente. También se utilizó la categoría «mixto» si ninguno de los períodos de tiempo definidos representaba más del 50% de la actividad física para ese día.
La referencia bibliográfica del estudio es el siguiente: Clavero-Jimeno, A., Dote-Montero, M., Migueles, J. H., Camacho-Cardenosa, A., Oses, M., Medina, J. E., Alcantara, J. M. A., Muñoz-Torres, M., Labayen, I., & Ruiz, J. R. (2024). Impact of lifestyle moderate-to-vigorous physical activity timing on glycemic control in sedentary adults with overweight/obesity and metabolic impairments. Obesity (Silver Spring, Md.), 10.1002/oby.24063. Advance online publication. https://doi.org/10.1002/oby.24063
La fuente de la noticia es la Universidad de Granada (UGR).