La presidencia de Argentina, liderada por Javier Milei, ha tomado una postura firme ante las recientes protestas frente al Congreso, acusando a los manifestantes de intentar llevar a cabo un golpe de Estado. En una declaración el miércoles, la Oficina del Presidente, elogió la actuación de las Fuerzas de Seguridad en la represión de lo que calificó como «grupos terroristas».
“Grupos terroristas que, con palos, piedras e incluso granadas, intentaron perpetrar un golpe de Estado, atentando contra el normal funcionamiento del Congreso de la Nación Argentina”, expresó la presidencia de Argentina en su cuenta de red social.
Las protestas se originaron en respuesta a la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos (Ómnibus), una medida del gobierno de Milei que ha generado una considerable controversia en el país. La manifestación, llevada a cabo frente al Congreso en Buenos Aires, se volvió violenta después de la intervención de la policía antimotines.
Según los informes, las fuerzas de seguridad tomaron medidas enérgicas contra los manifestantes, utilizando gas pimienta, gases lacrimógenos, cañones de agua y balas de goma. Este accionar tuvo consecuencias para varios diputados opositores, incluyendo a Carlos Castagneto, Eduardo Valdés, Luis Basterra, Carolina Yutrovic, Leopoldo Moró y Juan Manuel Pedrini, quienes sufrieron lesiones y problemas de visión como resultado de la exposición a los gases.
A pesar de las protestas y la respuesta violenta de la policía, el Senado continúa debatiendo y se prepara para votar la Ley Bases. Se han reportado al menos 29 detenidos y varias decenas de heridos en las manifestaciones.
La diputada peronista Cecilia Moreau, de la coalición Unión por la Patria, ha criticado duramente al gobierno de Milei y a las fuerzas de seguridad por su respuesta. “Hoy el Gobierno le está declarando una guerra al pueblo argentino», denunció Moreau, condenando el uso desproporcionado de la fuerza contra los manifestantes.
La ‘ley ómnibus’, que es la primera norma que Milei aspira a lograr desde que asumió en diciembre, ha sido un punto de discordia en el país. La ley otorga al presidente poderes legislativos, permite la privatización, flexibiliza las leyes laborales y ofrece 30 años de beneficios impositivos a grandes empresas. Sin embargo, la oposición argentina sostiene que estos cambios solo benefician a los más ricos, perjudicando a los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
Al respecto, una sindicalista, cuyo nombre no fue revelado, instó a la multitud a no dejarse intimidar. “Una ley antipopular no puede pasar si no es con represión”, declaró, portando un megáfono.
En resumen, el gobierno de Milei y las protestas recientes han creado un ambiente de tensión y división en Argentina. La controversial ley ómnibus y la respuesta del gobierno a las manifestaciones han llevado a acusaciones de guerra contra el pueblo y de intentos de golpe de Estado, y la situación continúa evolucionando.