El informe publicado recientemente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha causado conmoción en la comunidad internacional, al poner en evidencia la posibilidad de que Israel y Hamas hayan cometido crímenes de guerra desde el 7 de octubre pasado. El documento se basa en entrevistas y análisis de imágenes verificadas que ilustran los ataques de Hamas en Israel y los primeros meses de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
El asalto de Hamas a Israel resultó en la muerte de 1.200 personas y el secuestro de otras 250. El informe de la ONU concluye que se produjeron ataques intencionados contra civiles, incluyendo asesinatos, torturas y atentados contra la dignidad personal. Los secuestros se llevaron a cabo con una violencia física, mental y sexual significativa, tratando de manera degradante y humillante a los secuestrados. Las mujeres capturadas por el grupo palestino fueron exhibidas en videos «como trofeos de la victoria».
El informe también examina los dos primeros meses de la ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza. Durante este período, se denuncian «ataques sistemáticos» contra la población civil por parte de Tel Aviv. Según el informe, los crímenes de guerra incluyen el bloqueo israelí a la entrada de ayuda humanitaria, que ha causado hambre a miles de palestinos, así como «la detención arbitraria» y el «asesinato y mutilación de decenas de miles de niños».
El uso deliberado de armamento pesado por parte de las fuerzas de seguridad israelíes en áreas densamente pobladas fue destacado en el informe como un ataque intencional y directo contra la población civil, afectando especialmente a mujeres y niños.
En respuesta a la publicación del informe, la misión diplomática de Israel en la ONU ha acusado al organismo de «intentar justificar» las acciones de Hamas y de mostrar una «discriminación antiisraelí sistemática». Según la misión israelí, la comisión de investigación ha demostrado que todas sus acciones están al servicio de una agenda política limitada contra Israel.
Los esfuerzos internacionales para que Israel y Hamas acaten el plan de alto el fuego propuesto por Estados Unidos se producen en medio de la difusión de este informe. Washington logró el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU, que aprobó la iniciativa con los votos de 14 países y la abstención de Rusia.
A pesar de que el documento señala que Tel Aviv acepta el plan de tregua, el ejército israelí ha continuado con los ataques en la Franja. Hamas, por su parte, tampoco ha tomado medidas concretas, aunque apoyó públicamente la propuesta estadounidense.
A esta situación se suma una creciente escalada de tensión entre el ejército israelí y el brazo armado del partido libanés, Hizbul, que se han estado atacando en la frontera entre ambos países desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza. Hizbul afirmó haber lanzado recientemente 170 misiles en el norte de Israel, en respuesta a la muerte de un alto comandante del partido en un ataque israelí.
El ejército israelí anunció el ataque contra un «centro de mando y control de Hizbul» en la ciudad de Jouaiya, a 15 kilómetros de la frontera con Israel, en el que murieron cuatro militantes de Hizbul, entre ellos el comandante Sami Taleb Abdullah. Según datos de la Defensa Civil libanesa, tres civiles resultaron heridos en el ataque. Los ataques transfronterizos han provocado más de 400 muertos desde octubre, en su mayoría militantes de Hizbul pero también 88 civiles.