El grupo de las siete potencias industrializadas, conocidas como el G7, ha alcanzado un acuerdo significativo para ayudar a Ucrania en su proceso de reconstrucción. El acuerdo consiste en el desembolso de 50.000 millones de dólares que serán proporcionados a Ucrania utilizando los activos rusos congelados, una medida que se espera que se implemente antes de que finalice 2024, según anunció la presidencia de Francia.
Este acuerdo del G7 es un logro notable. Como es costumbre en el G7, los líderes toman una decisión y luego los técnicos realizan su trabajo para darle forma y asegurarse de que esté conforme al derecho y se ajuste a las reglas financieras públicas y a las capacidades financieras de cada país.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, declaró que habrá unanimidad en el G7 cuando se trate de trabajar para utilizar esos activos congelados con el fin de ayudar a Ucrania a reconstruirse.
La idea de otorgarle a Ucrania hasta 50.000 millones de dólares en préstamos garantizados por los intereses de los 300.000 millones de euros en activos del banco central ruso congelados por la Unión Europea y las potencias del G7 para ayudar a Ucrania, no generaba consenso hasta ahora entre el grupo.
Esta disposición fue una iniciativa estadounidense inicialmente, según el Palacio del Elíseo. El préstamo tiene por vocación ser reembolsado con el producto de los haberes rusos congelados. Sin embargo, si por alguna razón, los haberes rusos se descongelaran o si los ingresos de los haberes rusos dejaran de producir suficientemente para financiar el préstamo, se plantearía la cuestión de repartir la carga.
Los principios de este reparto ya fueron planteados, y ahora los técnicos tienen que ponerse de acuerdo sobre el contrato que se firmará finalmente. Una de las cuestiones es, por ejemplo, saber cuáles son las garantías de este préstamo, que es esencialmente estadounidense, pero que puede completarse con dinero europeo o contribuciones nacionales.
Emmanuel Macron, el presidente francés, llegará el jueves por la mañana a Italia para participar en la cumbre del G7. Esta cumbre reúne a las potencias industrializadas de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.
Posteriormente, Macron asistirá el sábado a la conferencia especial sobre la paz en Ucrania que se celebrará en Suiza. Se espera que a esta conferencia acudan decenas de líderes de todo el mundo. Sin embargo, es importante resaltar que no contará con la participación de Rusia y de China.
Este acuerdo del G7 subraya la importancia de la cooperación internacional en la resolución de crisis y la promoción de la paz y la estabilidad global. La situación en Ucrania ha sido una fuente de tensión y conflicto en los últimos años, y este tipo de iniciativas son un paso en la dirección correcta para la resolución de la situación y la reconstrucción del país.