El G-7 intenta concretar acuerdo para apoyar a Ucrania con los activos rusos congelados | Internacional

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La cumbre anual del G-7, un grupo formado por las democracias más avanzadas del mundo, se llevará a cabo desde este jueves hasta el sábado en la región italiana de Apulia. Este año, la cumbre se caracteriza por la intención de impulsar definitivamente el uso de los intereses generados por los activos rusos congelados por las potencias occidentales. El objetivo principal es utilizar este instrumento como impulso para otorgar a Ucrania un préstamo de aproximadamente 50.000 millones de dólares (unos 46.000 millones de euros).

Los negociadores de las delegaciones están trabajando arduamente para ultimar el marco conceptual de esta compleja maniobra, que ha estado estancada durante meses debido a discrepancias entre los socios. No obstante, fuentes europeas cercanas a la negociación se muestran optimistas respecto a la posibilidad de encontrar formas de activar el mecanismo de manera consensuada.

Cabe destacar que aunque la mayoría de los activos rusos, que suman alrededor de 300.000 millones de dólares, están bloqueados principalmente en Europa, la Unión Europea (UE) está buscando una acción conjunta con sus socios. La UE ya tiene un mecanismo para destinar los rendimientos de estos activos inmovilizados a Ucrania para armas, y se espera que el primer pago llegue el próximo mes. Sin embargo, ahora que el debate ha llegado a la mesa del G-7, impulsado principalmente por EE.UU., se busca implicar al resto de los miembros, especialmente a Washington.

Esto no solo garantizaría que la UE no se quedará sola en su apoyo a Ucrania, sino que también serviría como protección ante cualquier cambio en la Casa Blanca, especialmente ante un posible retorno del republicano Donald Trump. La idea principal es utilizar los intereses ya generados por los capitales rusos bloqueados como palanca para un préstamo que se iría devolviendo poco a poco con los intereses que los activos generen en el futuro.

La administración de Joe Biden ha estado presionando durante meses para utilizar estos fondos, incluso ha considerado la posibilidad de utilizar no solo los intereses, sino todo el capital bloqueado. Sin embargo, debido a la reticencia de los socios europeos, que tienen dudas acerca de la legalidad de esta maniobra, el grupo se ha decantado por la solución de compromiso que utiliza los intereses.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, también estará presente en la cumbre. Los socios occidentales están buscando formas de revertir una tendencia negativa para Kiev en el campo de batalla, donde se detecta un avance gradual de las fuerzas rusas.

Además de la situación en Ucrania, la cumbre del G-7 también abordará otros temas importantes. Entre ellos, los líderes buscarán una posición política común acerca de lo que los países occidentales consideran un exceso de capacidad de producción industrial de China en sectores clave, como el de la manufactura de productos con tecnologías verdes.

China también será el protagonista de la sesión dedicada a la seguridad del Indo-Pacífico, una cuestión de máximo interés para Japón, uno de los miembros del G-7, y la India, cuyo primer ministro, Narendra Modi, participará como invitado. La cumbre también abordará la crisis de la guerra de Gaza, tratando de dar nuevo impulso al plan de alto el fuego de Biden, aprobado en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero que aún no logra despegar.

Finalmente, la presidencia italiana ha invitado a la cumbre a varios líderes más allá del círculo del G-7, incluyendo los mandatarios de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, Argentina, Javier Milei, Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el Papa, quien hablará sobre la inteligencia artificial y su impacto en la humanidad, otro tema candente de la cumbre.

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