Twitter, una de las redes sociales más influyentes y utilizadas del mundo, ha implementado una serie de cambios significativos en su plataforma, que afectan a cómo los usuarios interactúan con la función de «Me gusta». Estos cambios, aunque pueden parecer pequeños, pueden tener un impacto significativo en la forma en que los usuarios interactúan y perciben la plataforma.
En una sociedad cada vez más conectada, la privacidad se ha convertido en una cuestión primordial. Twitter, reconociendo esta tendencia, ha tomado medidas para proteger la privacidad de sus usuarios. En particular, ha comenzado a ocultar gran parte de la información relacionada con los «Me gusta», permitiendo a los usuarios mantener un mayor grado de privacidad.
Los usuarios de Twitter seguirán siendo capaces de ver el número total de «Me gusta» que han recibido en cada uno de sus mensajes. Sin embargo, solo el autor del post será capaz de ver qué cuentas específicas han dado «Me gusta» a su contenido. Además, cada usuario podrá ver la lista de «Me gusta» que ha dado al acceder a su perfil, pero las listas de «Me gusta» de otros usuarios ya no serán accesibles al público.
Este cambio no afectará a la capacidad de los usuarios de determinar el éxito de un mensaje, si se utiliza la métrica de los «Me gusta». Sin embargo, ya no será posible explorar la lista de personas a las que les ha gustado un tweet específico. Esta capacidad se ha utilizado en muchas ocasiones para realizar diversos tipos de señalamientos, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la privacidad.
Elon Musk, el polémico CEO de Tesla y SpaceX, es el actual gerente de Twitter. Su gestión ha sido objeto de críticas y controversias en múltiples ocasiones. A pesar de su promesa de acabar con los bots, estos están más activos que nunca en la plataforma. Además, los recortes de personal han provocado una carencia de revisores, lo que ha llevado a un aumento de la desinformación y el odio en la plataforma.
Los «Me gusta» se han convertido en un elemento recurrente para los señalamientos. Esta función, que fue diseñada para permitir a los usuarios apoyar y reconocer el contenido que les gusta, se ha utilizado con frecuencia para señalar a individuos por sus preferencias o gustos. Esta situación puede disuadir a las personas de usar la función, especialmente a aquellas que valoran su privacidad.
La medida adoptada por Twitter puede incentivar a más personas a usar la función de «Me gusta», ya que ya no tendrán que temer por su privacidad. Algunos han sugerido que esta medida se ha adoptado precisamente porque Musk no quiere que el resto del mundo vea sus «Me gusta». Sea cual sea la razón, este cambio es un paso positivo para proteger la privacidad de los usuarios de Twitter.
A medida que la sociedad sigue avanzando hacia una mayor digitalización, la privacidad se está convirtiendo en una cuestión cada vez más importante. Las empresas de tecnología, como Twitter, deben tomar medidas para proteger la privacidad de sus usuarios. Este cambio en la política de «Me gusta» de Twitter es un paso en la dirección correcta.