El primer ministro británico, Rishi Sunak, recientemente hizo un llamamiento al legado de la ex primera ministra Margaret Thatcher, al prometer un amplio recorte de impuestos en un intento de revitalizar su campaña política. Este anuncio se realizó en el poco convencional escenario del circuito de Silverstone, que Sunak describe como «el motor de nuestra economía». Esta decisión se produce después de la notoria ausencia de Sunak en las ceremonias conmemorativas del Día D en Normandía, lo que ha llevado a que se le apode el «desertor del Día D«.
El primer ministro pidió disculpas públicamente a los británicos por su ausencia y prometió «luchar hasta la línea de meta» a pesar de las amenazas del ala dura de su propio Partido Conservador de presentar un manifiesto electoral alternativo. A pesar de estar 20 puntos por detrás del Partido Laborista de Keir Starmer en las encuestas, Sunak presentó su propio manifiesto, centrado en reducciones de impuestos y en ayudas para la compra de primeras viviendas.
«Somos el partido de Margaret Thatcher y, a diferencia de los laboristas, creemos en el valor del dinero», afirmó Sunak durante su discurso en Silverstone. Continuó criticando al líder laborista, Keir Starmer, afirmando que «todos sabemos lo que hacen los socialistas: toman más de vuestro dinero«.
Sunak reconoció las dificultades que ha enfrentado el país tras la pandemia de Covid-19, pero afirmó que ahora es el momento de recortar los impuestos para las familias, los autónomos, los pensionistas y aquellos que aspiran a comprar una primera vivienda. Subrayó su compromiso con la reducción de impuestos en su campaña, acusando al Partido Laborista de querer aumentar la presión fiscal sobre las familias británicas en alrededor de 2.000 libras al año, una cifra que ha sido cuestionada por la Oficina de Regulación de Estadísticas (OSR).
El primer ministro también se enfocó en la seguridad nacional, prometiendo aumentar el presupuesto de Defensa hasta el 2,5% del PIB para el final de la década. En cuanto a la inmigración, declaró: «Vamos a cortar la inmigración a la mitad como hemos hecho con la inflación, y vamos a establecer un tope de entrada en el país fijado cada año por el Parlamento».
El manifiesto conservador incluye un plan para deportar a solicitantes de asilo a Ruanda con varios vuelos al mes. Sunak no especificó cuántos, pero aseguró que «todo está listo para comenzar después del 4 de julio». El primer ministro indicó que varios países europeos planean tomar medidas similares para combatir la inmigración ilegal.
El ala dura de los conservadores, liderada por la ex Secretaria de Interior Suella Braverman, ha amenazado con exigir medidas más rigurosas contra la inmigración, incluyendo la retirada de la Convención Europea de Derechos Humanos.
El espectro de la ausencia de Sunak en las conmemoraciones del Día D ha sido aprovechado por el líder de Reform UK, Nigel Farage, para cuestionar el «patriotismo» de Sunak y destacar «la falta de conexión» del primer ministro con los británicos. Miembros destacados del Partido Conservador, como la ex candidata a líder Penny Mordaunt, han criticado abiertamente el «error» del líder, que amenaza con lastrar su campaña.
Entre los conservadores, las críticas por la falta de estrategia en su campaña aumentan, especialmente por el adelanto de las elecciones al 4 de julio, que tomó por sorpresa a muchos de sus diputados. La ausencia de Sunak en el Día D ha sido calificada por algunos candidatos conservadores como «el último clavo» en una campaña que se percibe como tambaleante.
Por último, en una nota relacionada, Nigel Farage fue atacado por segunda vez en la campaña británica cuando un hombre le arrojó cemento mojado y un vaso de café durante un acto electoral en Barnsley. A pesar de estos incidentes, Farage declaró: «No me voy a acobardar o dejar intimidar por los violentos agresores de izquierda que odian este país«.