Nos duelen las muertes de los menores en Gaza, como también duelen los niños y niñas que vemos en las calles de Chile trabajando o acompañando a sus padres en el comercio informal, en lugar de que estén estudiando para romper el círculo de la pobreza.
Pedro Tapia Correa, Concejal de Estación Central en Santiago, enfatizó el dolor que siente por las muertes de niños y niñas en Gaza y en Chile donde muchos menores se ven obligados a trabajar en lugar de aprender.
En 2024, la atención mundial se centra en los niños y adolescentes palestinos que han sido víctimas del conflicto con Israel. Después de ocho meses de enfrentamientos, 15 mil menores han sido asesinados y las cifras siguen en aumento. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha sido acusado de convertir a Gaza en la fosa común más grande del mundo, con casi 40 mil muertos registrados y más de 80 mil heridos.
Desde 2002, cada 12 de junio se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Su objetivo es denunciar las prácticas abusivas que obligan a los menores a trabajar, negándoles sus derechos a la educación, la salud y a una vida plena.
El trabajo infantil, prohibido por el derecho internacional, se divide en tres categorías: las peores formas de trabajo infantil, trabajos que impiden la educación y el desarrollo pleno, y el trabajo peligroso.
La OIT se enfoca en un aspecto específico del trabajo infantil cada año. En 2005, la campaña se centró en el trabajo de los niños en las minas y canteras. En 2009, el foco fue en las niñas y la lucha contra el trabajo infantil. En 2024, la campaña se titula “Cumplamos con nuestros compromisos: Pongamos fin al trabajo infantil!”.
Para lograr este objetivo, es fundamental que los Estados tomen medidas concretas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) insta a los Estados a implementar el Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil, a reforzar la acción nacional, regional e internacional para eliminar todas las formas de trabajo infantil, y a ratificar y aplicar efectivamente el Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima para trabajar.
En esta línea, la ONU lamenta que muchos de sus Estados miembros firmen acuerdos pero no establezcan mecanismos reales y concretos para la ejecución de medidas que garanticen protección y goce de derechos, en este caso, los referentes a la erradicación de la explotación infantil.
En relación con Gaza, la ONU ha sido criticada por su inacción frente a las décadas de agresión sistemática de Israel hacia Palestina. Recién en mayo de 2024, la Asamblea General de la ONU respaldó el intento de Palestina para convertirse en un Estado miembro de pleno derecho, aunque la medida fue rechazada por Estados Unidos, Israel y Argentina.
Ante esta situación, surge la pregunta: ¿Cuántos niños y adolescentes estarían vivos si se hubiera reconocido a Palestina como miembro pleno de la ONU en 2009, cuando lo solicitó por primera vez? ¿Cuántas muertes se habrían evitado?
En Chile, la realidad no es muy diferente. Muchos niños y niñas se ven obligados a trabajar o a acompañar a sus padres en el comercio informal, en lugar de estar en la escuela. El Concejal Tapia Correa enfatiza que la única tarea de los niños y niñas debe ser ser felices y que es responsabilidad de los padres, adultos y la comunidad en su conjunto hacer todo lo posible para que eso ocurra.
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