El contexto laboral reciente en Chile fue el centro de atención durante la 112° Conferencia Internacional del Trabajo que tuvo lugar en Ginebra, Suiza. La ministra de Trabajo, Jeannette Jara, representó al Gobierno chileno en este prestigioso evento, que reúne anualmente a representantes de trabajadores, empleadores y gobiernos de los 187 países que forman parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La ministra Jara aprovechó la oportunidad para destacar los avances laborales logrados durante la administración del Presidente Gabriel Boric. Entre estas iniciativas resaltó el inicio de la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y el aumento del salario mínimo a $500 mil. Estas medidas, junto con otras, forman parte de la agenda laboral que el Gobierno chileno continúa implementando, con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo y la calidad de vida de los trabajadores chilenos.
En la conferencia, la ministra Jara también mencionó logros importantes como la ratificación del Convenio 190 de la OIT, que tiene como objetivo erradicar la violencia y el acoso en los espacios laborales, y del Convenio 176, sobre seguridad y salud en las faenas mineras. Además, se refirió a la Ley de Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal, que también ha sido promovida durante la actual administración.
En cuanto a la empleabilidad, la titular del Trabajo afirmó que desde el inicio del actual Gobierno se han recuperado 550 mil puestos de trabajo. También destacó los avances realizados para preparar a los trabajadores para el futuro del trabajo.
Sin embargo, la visión de la ministra Jara no fue compartida por todos los presentes en la conferencia. Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), expresó su preocupación por la situación laboral en Chile. Según Mewes, el país todavía tiene un gran desafío pendiente en términos de empleo y formalidad laboral.
Mewes señaló que aún no se ha logrado recuperar la totalidad de los trabajos que se perdieron durante la pandemia del covid-19, y que la informalidad laboral sigue siendo un problema importante, afectando principalmente a las mujeres, jóvenes y migrantes. Además, lamentó que la productividad laboral del país lleva muchos años estancada, lo que según él, resta competitividad a las empresas y al país.
Sobre la capacitación e intermediación laboral, Mewes reconoció el esfuerzo que está haciendo el Ministerio del Trabajo. Sin embargo, insistió en la necesidad de pasar rápidamente de los análisis a la acción, implementando propuestas concretas que aborden la emergencia laboral que viven muchas personas que aún están desempleadas.
En resumen, la conferencia sirvió para poner de relieve las diferentes visiones y desafíos que enfrenta Chile en el ámbito laboral. Mientras el Gobierno destaca los avances realizados en términos de derechos laborales y mejoras en las condiciones de trabajo, representantes del sector empresarial enfatizan la necesidad de aumentar la productividad y reducir la informalidad laboral. El desafío para todas las partes será encontrar un equilibrio entre estos objetivos, para lograr un mercado laboral más justo y competitivo.