El domingo pasado, Portugal experimentó un hito histórico en su proceso electoral. En un esfuerzo por abordar la abstención histórica de 2019, las autoridades permitieron por primera vez a los ciudadanos votar en cualquier lugar del país, independientemente de su centro de votación asignado. Esta medida fue tomada en un intento de fomentar una mayor participación en las elecciones europeas, y parece que ha tenido éxito.
Hasta el mediodía del día de las elecciones, la participación había aumentado ligeramente con respecto a las elecciones europeas de 2019, con un 14,48% de participación, frente al 11,56% de hace cinco años. Este aumento de la participación indica que la medida ha sido efectiva.
El flujo de votantes fue constante en la escuela secundaria Liceu Cames, ubicada cerca de la plaza de Marqués de Pombal, en el centro de Lisboa. Los votantes incluían jubilados, padres con sus hijos y adultos solos, quienes ejercían su derecho a votar en cualquiera de las mesas instaladas en el pabellón deportivo de la escuela.
Claudia, una de las presidentas de mesa y residente española en Portugal desde hace años, señaló que había acudido «mucha gente y muy bien repartida». Comparó la afluencia de esos comicios con los de 2019, y observó que había mucha más gente votando a primera hora de la mañana. Claudia sugirió que la mayor afluencia podría deberse al mal tiempo, ya que había estado lloviendo en la capital durante el fin de semana.
La importancia de votar en las elecciones europeas fue subrayada por Claudia, quien destacó que el peso de Portugal en Europa depende de ello. Afirmó que es crucial que las personas expresen sus opiniones, ya que una abstención no representa mucho y cuantos más votos se reciban, más representativo será del deseo del pueblo portugués.
En las elecciones europeas de 2019, Portugal registró la tasa de participación más baja, del 30,73%, desde que se unió a la Unión Europea. Este año, las elecciones se llevaron a cabo durante un puente festivo, lo que podría haber contribuido a la baja participación. En respuesta a esto, las autoridades hicieron un llamado para que las personas votaran de manera anticipada y permitieron que los votantes sufragaran desde cualquier lugar del territorio nacional o embajada portuguesa en el extranjero.
Entre los votantes estaba Marta Temido, la cabeza de lista del Partido Socialista (PS), quien votó en la escuela Liceu Cames. El PS ganó por un pequeño margen a la principal coalición de centro-derecha en las últimas elecciones, según la última encuesta publicada el jueves. Temido expresó su satisfacción con la nueva medida de votar en cualquier lugar y mencionó que había tenido un gran éxito.
Los ciudadanos también expresaron su satisfacción con la nueva medida de poder votar en cualquier lugar, aunque también hubo cierta confusión. Algunos votantes preguntaron en la entrada del centro de votación cuál era su mesa asignada, sin darse cuenta de que podían votar en cualquier mesa. Sin embargo, finalmente pudieron ejercer su derecho a votar sin problemas.
Carmen, una ciudadana de 42 años que trabaja en una ONG, señaló la importancia de votar porque Portugal es parte de la Unión Europea y muchas decisiones importantes que afectan a los portugueses se toman a nivel de la Unión Europea. Carmen mencionó que es vital votar ahora ya que ve una tendencia hacia la derecha en la política.
En otro lugar de la capital, el líder del principal partido de ultraderecha Chega, André Ventura, depositó su voto en la Escuela Parque das Naes. Ventura ha sido la figura central de la campaña de su partido para las elecciones europeas a pesar de que el cabeza de lista es António Tanger Correa, quien es poco conocido entre los portugueses.
Ventura evitó las controversias en el día de las elecciones y comentó que el experimento de poder votar en cualquier lugar ha sido positivo. Opinó que esto está resultando en que más gente participe, lo cual es importante en un contexto político inestable. Según Ventura, una alta participación es una señal de vitalidad de la democracia.
Joo Pinto, un abogado jubilado de 70 años, también sufragó sin problemas. Expresó su deseo de que gane «un partido que no existe»: «El partido de la razón, el partido de la ciudadanía, no el partido del nacionalismo, el nacionalismo ingenuo o hitleriano».