Los Lobos, una de las pandillas más armadas de Ecuador, llevó a cabo una audaz operación para liberar a su líder, Jairo Zambrano, quien estaba siendo transportado en una ambulancia desde la cárcel de El Inca en Quito hasta el hospital Pablo Arturo Suárez. El viaje de treinta minutos, que atravesaba varios barrios de la capital, terminó en un tiroteo a las puertas del hospital. En la confusión que siguió, los tres presos a bordo de la ambulancia lograron escapar. Si bien dos han sido recapturados, Zambrano, el objetivo principal de la operación, sigue en libertad.
Los tiroteos en Ecuador no respetan áreas pobladas ni horarios. Las balas vuelan libremente, destrozando ventanas, atravesando paredes y acabando con vidas. En esta ocasión, una agente penitenciaria y una funcionaria del SNAI, el organismo gubernamental a cargo de las cárceles, fueron alcanzadas por los proyectiles.
Los Lobos es una de las 22 organizaciones delictivas que el gobierno de Daniel Noboa ha declarado como objetivo militar debido a sus acciones terroristas. Noboa decretó un conflicto armado interno el 9 de enero, autorizando operaciones militares contra estos grupos armados. Desde entonces, las Fuerzas Armadas también tienen el control de las cárceles del país, que a menudo son utilizadas como centros de operaciones por el crimen organizado.
Mientras tanto, en la pequeña ciudad costera de Manta, donde se había trasladado el bloque de seguridad por orden presidencial para controlar la violencia fuera de control, las autoridades de Defensa, Interior, Fuerzas Armadas y Policía estaban dando una conferencia de prensa sobre los resultados del plan Fénix, capítulo dos. Este es un nuevo enfoque en seguridad anunciado por Noboa en abril, tras conseguir una victoria en nueve de las once preguntas de la consulta popular que convocó a pocos meses de haber llegado al poder.
El bloque de seguridad presentó datos y cifras alentadoras, pidiendo el apoyo ciudadano en esta guerra contra el crimen. Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, afirmó que no ha habido muertes violentas en Manta desde que llegaron. Mónica Palencia, ministra del Interior, reafirmó esta declaración, señalando que hay una disminución del 17% de muertes violentas a nivel nacional. El comandante de la Policía, César Zapata, respaldó estas afirmaciones, y agregó que se han realizado 81.000 operaciones a nivel nacional, con 23.000 militares en misiones.
Sin embargo, los mismos datos del bloque de seguridad revelan que 116 personas fueron asesinadas en la última semana, lo que equivale a 17 personas por día. Entre las víctimas se encuentran siete hombres que fueron sorprendidos por un ataque violento mientras jugaban al fútbol en una cancha en Ventanas, en la provincia de Los Ríos, y una niña de 10 años que fue alcanzada por balas en el baño, donde se había escondido cuando su familia fue acribillada en su casa en Guayaquil.
Giancarlo Loffredo, ministro de Defensa, afirmó que poco a poco están debilitando al crimen organizado y a las organizaciones terroristas y desmantelando sus estructuras. Sin embargo, este optimismo contrasta con la realidad de que uno de los objetivos militares se escapó en una ambulancia ese mismo día.