El Senado discute la ley de Milei para desmantelar el Estado argentino en un día crucial, sin garantía de votos

EL PAÍS

Argentina, una nación que ha estado lidiando con tensiones políticas y sociales, se encuentra en un punto de inflexión. En su Congreso, el gobierno del Presidente Javier Milei se prepara para dar un paso más hacia la aprobación de su primera ley en seis meses de mandato: la controvertida Ley Bases. Esta ley, de ser aprobada, permitirá el desmantelamiento del Estado y la privatización de empresas públicas, la delegación de poderes legislativos al presidente, la flexibilización de las regulaciones económicas y laborales, y la concesión de beneficios fiscales a grandes empresas.

Este miércoles, el Congreso de la Nación se convierte en el foco de todas las miradas, tanto internas como externas. Dentro del edificio de la Cámara de Senadores, el gobierno de Milei se esfuerza por obtener la sanción de su ley. Sin embargo, a las puertas del Congreso, grupos políticos y organizaciones sociales, la mayoría identificados con el peronismo y la izquierda, protestan contra las medidas que Milei propone.

Aunque el gobierno de Milei confía en que la ley será aprobada, el resultado de la sesión parlamentaria aún es incierto. La situación política en Argentina es tensa, y la ley ha estado en el centro de las discusiones durante meses. Fue presentada poco después de que Milei asumió el cargo en diciembre y ha sido sometida a numerosos cambios desde entonces. De los 664 artículos que se incluyeron inicialmente, la versión actual de la ley ha perdido 432.

Si la Ley Bases es rechazada de plano por el Senado, el gobierno no podrá insistir con ella hasta 2025. La ley ha sido una prioridad para Milei desde su asunción, y su fracaso podría debilitar significativamente a su gobierno, que ya ha sido cuestionado por problemas de gestión y disputas internas.

Guillermo Francos, el jefe de Gabinete de ministros y principal negociador oficialista para la sanción de la ley, tiene mucho en juego en este proceso. Francos asumió en el cargo recientemente, en reemplazo de Nicolás Posse, un aliado caído en desgracia de Milei.

Mientras Milei busca una economía dominada por el mercado y un Estado reducido a un recuerdo del pasado, Argentina sufre una recesión económica, con salarios y jubilaciones en descenso y niveles de pobreza en aumento. A pesar de esto, el gobierno de Milei cree que Argentina está en camino de convertirse en una potencia económica, liberada de las ataduras del gasto público descontrolado y la intervención estatal.

En medio de este crucial debate en el Congreso, Milei no estará en el país. El miércoles, el presidente tiene previsto viajar a Italia para participar en la cumbre del G-7, y luego se dirigirá a Suiza para una reunión sobre la paz convocada por el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

El desafío de Milei en el Senado no es pequeño. Para que la Ley Bases sea aprobada, el gobierno necesita el voto de la mitad más uno de los senadores. El partido de Milei, La Libertad Avanza, sólo cuenta con siete senadores, y sus aliados del PRO, el partido liderado por el ex presidente Mauricio Macri, tienen seis.

La votación en el Senado estará dividida en dos partes: primero se votará la Ley Bases y luego el llamado paquete fiscal, que incluye la restauración del impuesto a las Ganancias, un blanqueo de capitales y otras reformas tributarias.

El gobierno de Milei confía en que la Ley Bases será aprobada en general, aunque anticipa que varios artículos podrían no pasar la votación en particular. Entre los artículos más controvertidos se encuentran las privatizaciones propuestas, la restauración del impuesto a las Ganancias, el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones y muchas de las facultades que Milei busca delegar.

Mientras el Senado debate, las calles de Argentina están llenas de protestas. Grupos políticos, sindicales y organizaciones sociales han convocado a una marcha frente al Congreso para expresar su oposición a la Ley Bases. El gobierno de Milei ha respondido con amenazas de represión, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha anunciado que se desplegará un operativo policial para evitar desbordes y limitar los cortes de calles.

El futuro de Argentina parece estar en un equilibrio precario, con su Congreso, su presidente y su pueblo en tensión. A medida que el debate sobre la Ley Bases se intensifica, la nación aguarda el desenlace con ansiedad.

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