Fue un miércoles de gran tensión en las calles de Buenos Aires, capital de Argentina, cuando miles de manifestantes se congregaron cerca del Senado argentino para protestar contra la llamada Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos (Ómnibus), pieza fundamental del paquete de reformas del presidente Javier Milei. Esta ley, que ha sido objeto de críticas y controversias, se ha convertido en el punto focal de un intenso debate en el seno de la Cámara de Senadores de la nación.
El foco de la protesta se intensificó cuando cinco diputados opositores de Unión por la Patria, que participaban en la manifestación, fueron agredidos por las fuerzas de seguridad. Las heridas, que incluyen quemaduras en la piel y daños en los ojos, fueron causadas por los gases lacrimógenos lanzados por los agentes de seguridad. Entre los legisladores agredidos se encuentran Leopoldo Moreau, Carlos Castagneto y Eduardo Valdés, quienes fueron trasladados a hospitales en la capital para recibir atención médica, según informó el canal de televisión C5N.
La escena de la Policía argentina lanzando gas pimienta a un diputado mientras protestaba contra la Ley Bases se compartió ampliamente en las redes sociales, destacando la intensidad y el dramatismo de la represión policial.
La multitudinaria manifestación no solo fue apoyada por los diputados sino también por una variedad de organizaciones sociales, sindicales, políticas y defensoras de los derechos humanos que exigían al Senado no aprobar el proyecto de ley de Milei. Entre los grupos que se pronunciaron contra la represión policial se encontraban la Central de Trabajadores-Autónoma y el Partido Comunista (PCA), este último condenó las agresiones policiales contra la clase obrera y la detención de al menos tres manifestantes en su página en la red social X.
Además, estas organizaciones han culpado al presidente Javier Milei y a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por el despliegue de un operativo que consideran desproporcionado.
La Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, también conocida como ‘ley ómnibus’, es la primera norma que Milei aspira a lograr desde que asumió en diciembre. Con ella, el presidente busca asegurarse mayor gobernabilidad. El proyecto cede al presidente poderes legislativos, habilita privatizaciones, flexibiliza leyes laborales y otorga 30 años de beneficios impositivos a grandes empresas.
Sin embargo, la oposición argentina argumenta que estos cambios solo benefician a los más ricos y perjudican a los sectores más desfavorecidos. Esta visión crítica de la ley ha alimentado la indignación y la movilización en las calles de Buenos Aires, resultando en un clima de protesta que ha culminado en un enfrentamiento con la policía y la agresión a diputados opositores.
La tensión entre el gobierno y la oposición, además del descontento social manifestado en las calles, pone en evidencia la complejidad del panorama político y social en Argentina, marcado por la controversia en torno a la Ley Ómnibus y su impacto potencial en los derechos laborales y el equilibrio económico.