La figura política de Jordan Bardella, un triunfador de las elecciones europeas en Francia y aspirante a convertirse en primer ministro, está marcada por su disciplina y riguroso método de trabajo, lo que ha llevado a muchos a llamarlo «el cíborg». Este apodo personifica su imagen como una máquina en constante movimiento hacia la adquisición del poder.
Además de «el cíborg», Bardella también es conocido como «el yerno ideal», un sobrenombre que se debe a su apariencia de líder de extrema derecha que no parece encajar en la categoría extrema. Bardella se caracteriza por su conducta cortés y su elección de palabras cuidadosas. No es propenso a hacer comentarios ofensivos, y su retórica está diseñada de tal manera que no da pie a que sus opositores lo tilden fácilmente de antidemócrata, xenófobo o racista.
Recientemente se publicó un libro de investigación periodística titulado Le grand remplaçant, o El gran reemplazante, que ofrece una visión más profunda del político. Este título sugiere que Bardella podría ser el sucesor de su mentora, Marine Le Pen, líder del Reagrupamiento Nacional (RN) e hija del veterano líder ultra Jean-Marie Le Pen, si ella falla algún día.
El término «reemplazante» también se refiere a la teoría del «gran reemplazo», una de las creencias fundamentales de la extrema derecha contemporánea. Esta teoría sostiene que los inmigrantes musulmanes y africanos amenazan con reemplazar a la población autóctona europea. Sin embargo, Bardella ha declarado que no utiliza este término y no cree que lo que supuestamente describe sea una conspiración.
Bardella creció en Seine-Saint-Denis, el suburbio multicultural y obrero de París, que es también la provincia más pobre de Francia, con la mayor cantidad de inmigrantes y la población más joven. Sus padres, de origen italiano, están divorciados, y Bardella vivía con su madre en un complejo de apartamentos asolado por el tráfico de drogas y el islamismo.
A pesar de su traslado al oeste acomodado de París, Bardella sigue enfatizando su conexión con sus raíces y utiliza su experiencia personal para defender su postura política. A lo largo de su carrera, ha demostrado ser un partidario de la ley y el orden y ha defendido las leyes más restrictivas con respecto a la inmigración.
Bardella es ahora el candidato favorito para la jefatura del Gobierno si el RN se impone en la Asamblea Nacional. Ser primer ministro sería la culminación de su carrera política. De joven abandonó los estudios universitarios para escalar en el RN, convirtiéndose en eurodiputado a los 23 años y en presidente del partido a los 27.
Aunque ha sido criticado por tener una preparación técnica insuficiente y un escaso dominio de los temas en los debates, Bardella ha demostrado que esto no ha sido un problema para él. Su imagen pulida y su juventud son, sin embargo, vistas por algunos como una fachada que esconde las mismas viejas ideas de la extrema derecha. En última instancia, la carrera política de Bardella es un reflejo de cómo un partido que alguna vez estuvo en los márgenes de la democracia, el Frente Nacional, antecesor del RN, hoy ocupa un lugar central en la política francesa.