El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, que se supone es el árbitro electoral en la carrera hacia las elecciones presidenciales del 28 de julio, ha sido sacudido por un terremoto de controversias. En el centro de la tormenta se encuentra el presidente del CNE, Elvis Amoroso, quien es acusado de tomar decisiones unilaterales sin la aprobación del órgano colegiado.
El rector electoral Juan Carlos Delpino ha sido el primero en criticar públicamente estas acciones, denunciando a Amoroso por violar sus derechos al no convocar una reunión para discutir las decisiones y permitir a los miembros disentir, votar en contra o abstenerse si lo desean. Delpino declaró a Efecto Cocuyo, un portal informativo, que la votación final habría sido tres a dos en contra de la decisión de Amoroso, si se hubiera permitido una votación.
El CNE está presidido por Amoroso, un funcionario muy cercano al presidente Nicolás Maduro. El consejo está compuesto por otros cuatro rectores, dos de los cuales son seguidores del chavismo, y dos son opositores. Uno de estos opositores es Delpino, quien ha salido a discutir una decisión del ente electoral en medio de una campaña presidencial que ha sido marcada por lo que él llama «un gran fraude por capítulos» ante la mayoría social opositora.
Delpino ha acusado a Amoroso de tomar todas las decisiones de forma personal y afirma que el consejo no se ha reunido desde marzo, a pesar de lo que establece la ley. Maduro nombró a Amoroso al frente del CNE el año pasado, considerándolo una pieza leal al gobierno. En su anterior puesto como contralor de la nación, Amoroso descalificó de manera ilegal e inconstitucional a Maria Corina Machado para que no participara en las elecciones, por orden del Palacio presidencial de Miraflores.
Las declaraciones de Delpino han causado sorpresa, ya que son inéditas y porque exponen lo que él considera un fraude perpetrado por Maduro para mantenerse en el poder. De acuerdo a las encuestas independientes, el candidato opositor, el embajador Edmundo González Urrutia, duplica o triplica a Maduro en votos. Se rumorea que el siguiente paso del chavismo será ilegalizar la tarjeta electoral de la Mesa de la Unidad Democrática, que respalda al candidato opositor.
La participación de la misión electoral de la Unión Europea en las presidenciales venezolanas se consideraba fundamental por su experiencia y prestigio. Sin embargo, la Organización de Estados Americanos (OEA) no ha sido invitada; Brasil y Colombia han decidido no participar; y aquellos que sí pueden hacerlo, como el Centro Carter y un panel de expertos de la ONU, aún no han confirmado su participación. Según Delpino, el resto de los observadores son aliados de la revolución o directamente están financiados por Caracas.
El experto electoral Jesús Castellanos explicó a EL MUNDO que la declaración de Delpino evidencia la situación actual del ente electoral en Venezuela en el marco de las elecciones presidenciales de 2024, marcada por la intervención del régimen y el incumplimiento de su mandato legal como cuerpo colegiado. Según Castellanos, las decisiones impuestas, la falta de reuniones oficiales y las disputas internas son parte de la realidad de un ente del Estado sin autonomía y con un funcionamiento débil en cuanto a su apego a la Ley.