El domingo pasado, la mayoría de los equipos de la serie IndyCar se trasladaron desde Road America hasta el Milwaukee Mile para realizar pruebas con nuevos motores híbridos. Estos equipos, con la excepción de Chip Ganassi Racing y Juncos Hollinger Racing, estuvieron ocupados modificando sus monoplazas para adaptarse a estos nuevos motores.
Estos nuevos motores híbridos son una colaboración entre Dallara, que diseñó las campanas, y Ilmor Engineering, que las fabricó y también suministró la unidad del motor generador. Chevrolet proporcionó la unidad del motor generador, mientras que el sistema de almacenamiento de energía proviene de Honda. Además de la mecánica y la electrónica, se evaluaron configuraciones de refrigeración para mantener el ERS y el ESS en el rango de temperatura adecuado durante todo el recorrido.
Los coches completaron 3563 vueltas sin fallos en los motores híbridos durante las sesiones de pruebas matutinas y vespertinas. El único problema que surgió fue un problema con la bomba de agua en el coche de Alexander Rossi. Durante la sesión de la mañana, Will Power resultó ser el más rápido, alcanzando las 161,521 mph, mientras que en la tarde, su compañero de equipo Josef Newgarden alcanzó las 160.759 mph. El tercer piloto más rápido del día fue Scott McLauglin, lo que demuestra que el Team Penske sigue demostrando su fuerza en la pista, incluso durante las pruebas.
La IndyCar utilizó la mayor parte de la tarde para observar simulacros de salida, carreras en modo stint, y plantear posibles escenarios en los que los sistemas de recuperación de energía sean protagonistas. Estos sistemas de recuperación de energía son esenciales para la eficiencia de los motores híbridos, ya que permiten que la energía que normalmente se perdería durante el frenado sea almacenada y utilizada más adelante.
Algunos pilotos, como Graham Rahal, expresaron su preocupación por la electrónica de los nuevos coches. Rahal admitió sentirse incómodo con los nuevos botones e indicadores de carga y descarga de energía, y dijo que le resultaba difícil mantener la atención dividida entre la pista y los dispositivos. Según Rahal, toda esta tecnología es más amigable para aquellos que crecieron jugando videojuegos, lo cual no es su caso.
Esta prueba también marcó el regreso de David Malukas a las pistas. Malukas, que competía con el coche número 66 de Meyer Shank Racing, tuvo una actuación impresionante, estableciendo buenos tiempos y terminando quinto en la sesión de la mañana y séptimo en la tarde, en una parrilla de 20 pilotos.
En palabras de Graham Rahal: «No crecí jugando videojuegos, así que todo esto es nuevo para mí. Puedes hacer la regeneración manual, automática, hacer que entre en aceleración parcial, y luego estás trabajando en todos los botones y el tablero tiene una barra morada que te indica cuánta energía tienes almacenada y puedes usar, así que es mucho mantenerse al tanto en una vuelta tan rápida. Apuesto a que Iowa va a ser aún más difícil.»
Las pruebas continuaron durante toda la tarde, con los equipos y los pilotos trabajando para familiarizarse con los nuevos motores híbridos y las complejidades que conlleva su funcionamiento. Aunque algunos pilotos expresaron su preocupación por la electrónica, la mayoría parecía estar emocionada por la oportunidad de probar esta nueva tecnología. La IndyCar espera que estos nuevos motores híbridos sean un paso hacia una competición más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.