En un giro político sorprendente y potencialmente divisivo, el líder de la moderada derecha francesa ha anunciado su intención de formar una alianza con la extrema derecha para las próximas elecciones legislativas anticipadas. Éric Ciotti, el presidente del partido Los Republicanos (LR), ha declarado su deseo de unir fuerzas con el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen, una decisión que ha provocado la indignación y la rebelión entre los otros líderes de su partido.
En una entrevista con la cadena TF1, Ciotti justificó su decisión señalando que Los Republicanos son demasiado débiles para oponerse a los dos bloques políticos predominantes en Francia: una alianza de izquierdas y el bloque centrista liderado por el actual presidente, Emmanuel Macron. Según Ciotti, la única forma de garantizar la supervivencia y la relevancia de su partido es a través de una alianza con el RN.
La estrategia del líder republicano es clara: espera garantizar la reelección de los 61 diputados actuales de su partido gracias al apoyo del RN. A cambio, LR se compromete a apoyar a los candidatos del RN en otras circunscripciones, evitando así la competencia interna.
Sin embargo, esta estrategia ha sido recibida con gran polémica dentro del propio partido de Ciotti. Muchos líderes de Los Republicanos consideran que una alianza con la extrema derecha es una traición a los principios del partido. Hace solo 22 años, el entonces presidente francés, Jacques Chirac, se negó a debatir en televisión con el padre de Marine Le Pen, Jean-Marie Le Pen.
Los Republicanos son los herederos políticos de la UMP y el RPR, partidos fundados y liderados por los ex presidentes Chirac y Nicolas Sarkozy. Reivindican su herencia del gaullismo, una corriente política que defiende la soberanía nacional y la independencia de Francia en el escenario internacional. Por el contrario, el RN, liderado por Marine Le Pen, es el heredero de un viejo partido ultra fundado por personas que lucharon contra De Gaulle y en algunos casos colaboraron con la Alemania nazi.
La propuesta de alianza de Ciotti ha desatado una ola de críticas entre sus compañeros de partido. Olivier Marleix, jefe del grupo parlamentario en la Asamblea Nacional, declaró: “Éric Ciotti solo habla por él. Debe abandonar la presidencia de Los Republicanos”. Si se produce una escisión en LR, los disidentes podrían unirse a las filas del macronismo, que ya cuenta con destacados exdirigentes de este partido.
Entre las voces críticas destaca la del actual ministro del Interior, Gérald Darmanin, antiguo miembro de Los Republicanos. Darmanin no dudó en comparar la alianza propuesta por Ciotti con los acuerdos de Múnich de los años 30 con Hitler, y declaró: “Éric Ciotti firma los acuerdos de Múnich y hunde en el deshonor a la familia gaullista al abrazar a Marine Le Pen. ¡Vergüenza! ¡Franceses, despertemos!”.
Esta situación deja a los Republicanos en una posición precaria, muy debilitados tras siete años de presidencia de Macron. El partido, que ha sido una fuerza política dominante en Francia durante décadas, se encuentra ahora al borde de la explosión, amenazado por la posibilidad de una escisión interna y la pérdida de apoyo popular.