El jurado popular ha declarado a Hunter Biden, hijo del actual presidente estadounidense Joe Biden, culpable de los tres cargos en el juicio por la compra y posesión de un arma de fuego celebrado en Wilmington, Delaware. Este fallo se produce después de tres horas de deliberación y es un golpe para el presidente a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales en las que busca la reelección. Esta es la primera vez que el hijo de un presidente se ha sentado en el banquillo.
La condena de Hunter Biden llega pocas semanas después de que otro jurado popular, en Nueva York, declarase al expresidente Donald Trump culpable de 34 delitos de falsificación de facturas, cheques y registros contables en relación con los pagos para silenciar su relación con la actriz de cine porno Stormy Daniels, intentando así influir ilegalmente en las elecciones presidenciales de 2016. Biden, tras el fallo contra Trump, dijo que «nadie está por encima de la ley», una frase que el fiscal del caso de Hunter Biden utilizó en su alegato final.
El hijo del actual presidente compró un revólver Colt Cobra el 12 de octubre de 2018 en StarQuest Shooters & Survival Supply, una tienda de armas de fuego situada al norte de Wilmington, Delaware. En un formulario, negó ser consumidor ilegal o adicto a cualquier estimulante, droga narcótica o cualquier otra sustancia controlada. El fiscal se esforzó en el juicio para demostrar que sí lo era. Además, mantuvo esa arma en su poder durante 11 días, hasta que su pareja de entonces, la viuda de su hermano Beau, la desechó en un contenedor, donde fue encontrada por alguien que buscaba entre la basura.
Hunter Biden ha sido declarado culpable de tres delitos: declaración falsa al comprar un arma de fuego; falsa declaración en los documentos que debía mantener el vendedor del arma, y posesión ilegal de un arma de fuego. Las penas máximas correspondientes son hasta 10 años por el primer delito, 5 por el segundo y otros 10 por el tercero, junto a multas de hasta 250.000 dólares por cada uno de ellos y hasta tres años de libertad vigilada.
Para alguien sin antecedentes, rehabilitado y cuando la compra y posesión ilegal del arma no está acompañada de ningún otro delito violento, no son frecuentes las condenas de cárcel. De hecho, no es habitual que se persiga un delito aislado como este. La jueza aún no ha fijado una fecha para pronunciar la sentencia, pero ha indicado que generalmente su decisión se toma en un plazo de cuatro meses. Es posible que la condena a Hunter Biden se conozca en la etapa final de la campaña para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
El acusado inicialmente admitió la compra y posesión ilegal del arma como parte de un pacto con la Fiscalía para ser condenado con penas menores por dos delitos fiscales. La Fiscalía renunciaba a perseguir la compra de la pistola a cambio de que Hunter Biden se mantuviera alejado de las drogas durante dos años y de que renunciara a tener un arma en el futuro. Sin embargo, este acuerdo se descarriló en el momento en que iba a ser ratificado. La jueza Maryellen Noreika, nombrada por Trump, lo rechazó debido a la diferente interpretación del pacto entre la acusación y la defensa y las presiones de los republicanos. Tras ello, se declaró no culpable. Además, aunque ha regularizado los pagos pendientes, el hijo del presidente está imputado desde diciembre por nueve presuntos delitos fiscales ante los tribunales de California.
Durante los alegatos finales del juicio sobre el revólver, el fiscal instó a los miembros del jurado a centrarse en las “abrumadoras” pruebas contra Hunter Biden y a ignorar a los miembros de la familia del presidente presentes en la sala, incluida la primera dama, Jill Biden. El abogado defensor, Abbe Lowell, argumentó que los fiscales no habían logrado probar sus acusaciones. Subrayó que el hecho de que su cliente tenga un apellido famoso no cambia el hecho de que se le presume inocente, al igual que a cualquier otro acusado, hasta que se demuestre su culpabilidad.
La primera dama, el hermano del presidente, James, y otros familiares se sentaron en la primera fila de la sala durante la última sesión del juicio. Joe Biden dijo la semana pasada que aceptaría el veredicto del jurado y descartó un indulto presidencial para su hijo.
Tanto los cargos por la compra y posesión del revólver como los presuntos delitos fiscales son exclusivamente contra Hunter Biden. Los republicanos han pasado años intentando sin éxito encontrar vínculos que demuestren que Joe Biden se beneficiaba de los negocios de su hijo, que cobraba comisiones y de otras irregularidades. Su acoso al presidente, a través de requerimientos e interrogatorios de supuestos testigos y la apertura de una investigación para un posible impeachment, ha llegado a un callejón sin salida al no haber encontrado prueba alguna contra el presidente Biden.